Hoy, por fin, ha llegado el día en que no es hoy.
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Bailar el trenecito debe ser una experiencia sublime y edificante. Lamentablemente nunca se me ha presentado la oportunidad. Debería replantearme mi vida social.
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Nunca me acuerdo de llamarme.
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Desde siempre he tenido una paciencia infinita para desesperarme.
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Las flores se empeñan en contradecir los peores augurios.
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Eras su aldea nevada: fría, hermosa e incomunicada.
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Pronto alcanzaré mis bodas de oro con la vida… pero me sigue pareciendo una desconocida.
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Busca pareja establo.
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El apuntador no conoce la obra.