La solidaridad entre los animales existe. "Lara", una joven setter del barrio gijonés de La Camocha, salvó ayer de la muerte a una hembra de delfín mular varada en la playa de Xivares. "Estaba dañada, pero viva", explica María Fernández, dueña de la perra. El cetáceo tenía daños en la aleta dorsal y gracias a la ayuda, primero, de Miguel Ángel López, compañero de Fernández, y, después, del Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil y de la Coordinadora para el Estudio y Protección de las Especies Marinas (Cepesma), el animal nada ahora de nuevo por las aguas del Cantábrico.

María Fernández y Miguel Ángel López son naturales de La Camocha y ayer, aprovechando su día libre, decidieron ir a pasear con su perra "Lara" a la playa de Xivares. Tras un rato de caminata y carreras de uno a otro lado del arenal, la perra observó que junto a un pedrero había un animal que jamás había visto. Se acercó hasta el delfín varado y, tras ella, lo hicieron sus dueños.

El delfín estaba vivo. López comenzó a hidratar al cetáceo con agua de mar. "Hice una poza de agua para hidratarla y cuidar de ella hasta que llegara el Seprona", explicó el gijonés. La pareja llamó a la Guardia Civil hacia las diez y media de la mañana. Tan pronto como pudo, una patrulla del Seprona de Gijón llegó a la playa donde el animal aún permanecía con vida. También acudieron miembros de la Cepesma, que consiguieron rescatar al animal para trasladarlo al acuario de Gijón. Tras el pertinente cuidado de las heridas que el delfín presentaba en el cuerpo, decidieron devolver el cetáceo a su medio natural. Lo hicieron en el dique del puerto gijonés de El Musel.

El delfín mular que "Lara" salvó de morir tenía unas dimensiones de entre 2,5 y 3 metros de longitud y unos 300 kilos de peso.

El delfín mular es una especie común en la costa central asturiana, favorecido por la presencia del cañón de Avilés, cuyo relieve potencia la presencia de cetáceos. Según ha explicado en repetidas ocasiones el naturalista Luis Laria, presidente de la Cepesma, esta especie "puede ser observada todos los días" en el entorno del cañón de Avilés. Los delfines mulares se mueven habitualmente en grupos familiares de hasta cuarenta y cinco miembros.