Un buitre aterrizó literalmente el sábado sobre las mesas del bar del campo de fútbol de Turís (Valencia), donde un grupo de niños celebraba un cumpleaños. El ave rapaz, de notables dimensiones -algunos testigos comparan su tamaño con las alas extendidas al de un hombre con los brazos abiertos-, sobrevoló inicialmente el recinto hasta que decidió posarse sobre la mesa en busca de comida y agua sin que le afectara lo más mínimo la gran cantidad de gente que había en ese momento en el bar. No mostró tampoco ningún signo de agresividad, por lo que todo apunta que está acostumbrado a la presencia humana. Un vecino aficionado a la colombicultura cogió el buitre para llevarlo a un cuarto hasta que agentes del Seprona se hicieron cargo del ave y la trasladaron al Centro de Recuperación de Fauna del Saler.

Los hechos se produjeron poco antes del mediodía, con el campo de fútbol de Turís repleto de gente por los partidos de los equipos de las categorías inferiores. Un grupo de niños celebraba un cumpleaños después de jugar cuando, para sorpresa de todos los presentes, vieron llegar un ave de grandes dimensiones que se acabó posando sobre las mesas de la terraza del bar. Primero se dirigió hacia las cocas o empanadas de un extremo y, acto seguido, empezó a comerse los cacahuetes que encontraba sobre la mesa. También introdujo el pico en algunas bolsas de "snacks" y, en diferentes momentos, hizo ademán de picar las botellas de refrescos, por lo que algunos testigos señalaron que el buitre no sólo tenía hambre sino también sed. De hecho, una vez reducido, fuentes consultadas detallaron que se bebió "tres o cuatro vasos de agua" que le acercaron mientras esperaban la llegada de los agentes del Servicio de Protección a la Naturaleza de la Guardia Civil.