Una llamativa tradición se lleva a cabo en Perú todos los años. En la provincia de Chumbivilcas, miles de personas reciben el año nuevo de un modo insólito: a golpes. Dicen que es la mejor forma de resolver los problemas y conflictos del año anterior, y se mejoran las relaciones personales.

La fiesta, en cualquier caso, no ha terminado a patadas y puñetazos. Y es que se ha acompañado de otra tradición, una danza que en 2016 fue declarada Patrimonio Nacional.