Los incendios en Galicia

Después de este bombero tan natural y eficaz como es la lluvia, momentáneamente se apagaron los incendios. Pero cuando vuelva a calentar el sol, el pirómano, el loco, el mal vecino, el despistado, será el culpable de quemar el monte. Todos los años arde el bosque, mejor dicho, arde Galicia y todos los años los verdaderos responsables, los que deben prevenir con políticas reales y leyes que se cumplan, le echan la culpa a los desalmados. Pero yo me pregunto, ¿conocen los responsables políticos, los que hacen leyes que no se cumplen, el estado de nuestros montes? ¿Alguna vez salen del despacho y contactan con la realidad? Tal es el abandono del monte que lo raro es que no arda toda Galicia desde Ribadeo hasta Tui pasando por Ourense. Retamas o xestas para que entendamos, tojos, silveiras, pinares y eucaliptos plantados al azar, sin planificar, sin alternar con vegetación húmeda, talas de robles sin control y un largo etcétera hacen que todo arda. Los políticos, a dictar leyes solo para cubrir el papel, ya que por mucho que endurezcan el Código Penal es imposible que un despistado se convierta en un criminal, incluso un niño puede ser un pirómano. Sería muy interesante para el ciudadano gallego saber hasta cuánto asciende el gasto total consecuencia de los incendios, incluyendo pérdidas en masa forestal, aviones, bomberos y otros capítulos, presupuesto que sale de nuestros bolsillos. Está claro que una política forestal inteligente resultaría mas barata y limitaría tanto desastre. Pero, claro, necesitamos política y políticos.