Una gran prueba de honestidad es la que, al menos en mi opinión, acaba de dar el primer ministro griego Tsipras. Viéndose acorralado por esa troika deshumanizada y falta de imaginación, y al no conseguir materializar su política de justificada rebeldía, acaba de dimitir en un acto de dignidad desconocida por nuestros lares patrios. Aquí no dimite ni el gato. Ni siquiera aquel que manda y que más ha mentido. La desvergüenza de nuestra casta política no conoce límites. Y todavía insisten, como propaganda electoralista torcida, en tratar de descalificar y desprestigiar a ese hombre y al gobierno heleno como si fuesen delincuentes y populistas incompetentes. Todo lo que son, tanto Rajoy como su reaccionaria corte, lo vierten de manera indecente y amoral sobre quienes lucharon bravamente por cambiar las enrarecidas e injustas políticas económicas de Merkel y sus esbirros. Políticas y actos procedentes de personas sin imaginación ni capacidad para presentar alternativas justas a los problemas de Grecia y los demás de la cuenca mediterránea, Irlanda, y Portugal. En la falta de solidaridad de estos países se fraguó la conspiración contra una abandonada Grecia en un acto de humillación vengativa, propio de gentes e instituciones sin corazón, sin ideas, y sin alma.

Alexis Tsipras dimite y convoca nuevas elecciones. Yo desde aquí le auguro un nuevo y arrollador triunfo. Se lo merece. El destructivo discurso de Mariano Rajoy y su tropa, pone al descubierto el pánico que tienen a Podemos, tratando de enmierdarlo, al esgrimir sofismas y alegatos envenenados acerca de Tsipras y su ya dimitido gobierno, para así deteriorar a la formación renovadora que lidera Pablo Iglesias. El PSOE, por desgracia, lleva una línea vergonzante muy parecida. El señor De Guindos despotricando contra Tsipras y Varoufakis, tras abrazarse hipócritamente a este último, con la intención de conseguir su apoyo para el cargo europeo que nunca consiguió. Le faltan, a mi parecer, y entre otras muchas cosas, méritos y talento? no lo quisieron? yo tampoco. La indecencia de las políticas de Rajoy muy pronto obtendrá respuesta.

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