"Lo malo de nuestro tiempo es que el futuro ya no es lo que era". (Paul Valéry).

Yo me pregunto después de escuchar al ministro Montoro, cuál es realmente nuestro futuro. Según él, parece que algo habrán hecho bien hasta ahora, yo añadiría se supone que eso es precisamente su responsabilidad. De todas formas, si uno mira lo que sucede a su alrededor, se da perfectamente cuenta de que lo que le rodea está en peores condiciones que antes: menos libertades, menos salarios, menos, menos y menos? y todo gracias a lo que, según ellos, han hecho "bien".

Es evidente que todas y cada una de las promesas que nos hacen están encaminadas a la consecución de votos para las próximas elecciones. Tal como se perfila la agenda política de unos y otros, está claro que lo que vamos a oír cada día estará exclusivamente encaminado a este fin.

Poco o nada tiene que ver con lo que realmente debería importarles, que no es otra cosa que el bien común.

Cada día, escuchamos las promesas de lo que vendrá, pero me da la impresión de que muy pocos de nuestros políticos se preocupan por la situación real de las personas que viven y malviven en este país. Un ejemplo, el indulto de Josefa Fernández, conseguido, cómo no, gracias a la presión ciudadana.

Tenemos que hacer lo que ellos no hacen, participando activamente en la lucha de los derechos y libertades que nos están quitando. Es necesario que nos esforcemos para mantener abiertas las puertas de un futuro mejor. Analicemos lo que unos y otros nos ofrecen y actuemos en consecuencia, eso sí, no nos dejemos llevar por las promesas de aquellos que son capaces de decir "algo habremos hecho bien hasta ahora". Perdone Sr., su obligación es hacerlo bien, ya que en caso contrario debería dejar que otros lo hicieran.

"Cuando un político promete algo, hace como los niños: añade mentalmente 'si puedo', y tan tranquilo". (Gil Bejes Sampao).

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