Avanzado el siglo XXI, resulta curioso que en una de esas dos Españas de las que hablaba el maestro Unamuno todavía no hayan comenzado el nuevo milenio y, continuando anclados en el medievo, panderetas y demás faralaes, de la mano de los amigos de Tordesillas se siga utilizando un inocente animal para su divertimento en la celebración de su patrona, la Virgen de la Peña. Créanme cuando les digo que no se trata de una persecución contra nadie, que esa ya la lleva el pobre toro en su penitencia, sino en la perplejidad desde la distancia y el sonrojo ajeno al ver que año tras año y por desgracia, no se encuentra la fórmula para acabar con esta infame tortura.

¿Qué diversión se puede obtener en soltar un toro y perseguirlo con lanzas todo un día hasta que no da más de sí y abatirlo? ¿Cómo el ganador de semejante espectáculo puede ser vitoreado en hombros como si se tratase de un héroe salvador?

Por más vueltas que le da, mi pobre e ignorante cabeza sigue sin encontrarle gracia alguna.

Insisto, no me atrevería a tildar estas palabras como una crítica, solo una invitación a la reflexión de semejante atropello al raciocinio humano del que lamentablemente, el animal no dispone.

LA OPINIÓN publica opiniones de sus lectores, así como réplicas y sugerencias de interés general que sean respetuosas hacia las personas e instituciones. Las cartas pueden ser enviadas a LA OPINIÓN por vía postal (C/ Franja 40-42 15001 A Coruña), por fax (981 217 402) o por correo electrónico/cartasaldirector@laopinioncoruna.com). Deben tener como máximo 20 líneas e incluir nombre, apellidos, DNI, domicilio y teléfono de contaco. LA OPINIÓN se reserva el derecho a extractarlas.

Cláusula Legal: LA OPINIÓN A Coruña S. L. (C/ Franja, 40-42, 15001, A Coruña), le informa que sus datos de carácter personal facilitados en este formulario de cartas al director, serán incorporados a nuestros ficheros y tratados automatizadamente. De acuerdo a la L.O.P.D. 15/1999 (Ley Orgánica de Protección de Datos), vd. podrá ejercer su derecho de acceso, rectificación, cancelación y oposición conforme a dicha ley. El titular de los datos se compromete a comunicar por escrito a la compañía cualquier modificación que se produzca en los datos aportados.