Aunque yo lo soy y miedo ninguno a declararme así, últimamente se detecta en el ambiente un miedo y una falta de libertad de aquellos que son taurinos o que simplemente la fiesta ni les va ni les viene. Es decir, que no van a los toros pero tampoco les importa que los haya. ¡Increíble!, en una época que ya hemos superado cientos de tabús y traumas, viviendo en un estado libre y democrático, ser taurino en algunos crea un estado de intranquilidad ante lo que otros puedan opinar, miedo al insulto, a la amenaza, a la descalificación, etc. Coartando con este tipo de actuaciones la libertad a decidir, opinar, elegir y disfrutar de una parte de ese patrimonio histórico cultural que es la tauromaquia. Ante esto recordemos palabras como las de Tierno Galván: "Los toros son el acontecimiento que más ha educado social, e incluso políticamente, al pueblo español".

Y dejémonos de demagogias baratas, de insultos y descalificaciones ante algo que es patrimonio de nuestro país, y en libertad y sin miedos declaremos nuestros gustos y pasiones sean cuales fueran, sin miedos .

Te pueden criticar por ser taurino. Peor será que lo hagan por cobarde.

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