El éxodo masivo de refugiados (no es lo mismo que emigrantes) recuerda inevitablemente a los españoles que escapaban de la Guerra Civil, así como de la Europa de entreguerras. Basta algo de memoria y un poco de empatía.

Asimismo, tanto en el caso de los que escapan del África subsahariana como del Oriente Próximo, es necesario hacer algunas reflexiones al respecto:

1. ¿Por qué los países europeos, sobre todo antiguas potencias, como otros países de la OCDE, no cooperan en el desarrollo de los países africanos respectivos? En lugar de explotar sus materias primas, sobornando a dictadores locales, no pocas veces sanguinarios sátrapas, enriquecidos a costa de la miseria de sus pueblos, algo consentido por las potencias beneficiadas de dicho saqueo económico. Y ¿ahora qué?

2. Respecto de países como Afganistán, Irak, Siria, Libia, Yemen, así como los palestinos de dentro y fuera de Israel, los kurdos: es necesario analizar quién comenzó a financiar los movimientos islámicos radicales, invadió Irak, financia al IS, promovió las revueltas en países como Siria, Libia?, para entender lo que sucede, para tener un diagnóstico, para poder afrontar la situación en profundidad. Y para una solución duradera.

3. Igual que me pareció un disparate la ejecución en su día de Ceacescu y Sra., como de Sadan Hussein, Gadafi, etc., porque era no solo ponerse a su altura, sino desaprovechar la ocasión para analizar sus respectivos regímenes a fondo, para que no volvieran otra vez. Aunque ahora están peor (Siria, Libia, Yemen), porque en el caso de Irak sí que era un régimen de terror donde la vida poco valía.

Y no quiero terminar sin antes decir que hay mucha hipocresía, cinismo, mentira, inconfesables negocios detrás de los comportamientos de muchos países desarrollados en su relación con los países de los que provienen tantos refugiados económicos y políticos. Ya ahora lo estamos pagando muy caro. Por eso hay que poner nombres y apellidos a todo ello. Y rectificar.

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