Y ahora, y hablando sobre las ansias secesionistas catalanas, pensamos y decimos en a Taberna do Croio, que los desencadenantes de tales delirios de apartamiento territorial, son, en nuestra opinión, aparte otras cosas, tanto la rancia y anacrónica monarquía borbónica impuesta por el dictador Francisco Franco y que preside el estado español, y D. Mariano Rajoy, a la sazón presidente del gobierno, con sus mesas petitorias en contra del estatuto catalán durante el invierno y la primavera de 2006.

No debemos olvidar que una gran mayoría de catalanes de ambos géneros son de ideología republicana, y no tanto independentistas, al igual que los componentes de esta taberna. Aquel estatuto podría, de haber progresado según aquellos principios más deseados por la población catalana, podría decíamos, atenuar las ansias de ese independentismo, que debido a esas dos circunstancias, monarquía y Rajoy, no solo se enrocaron sino que se vieron exacerbadas. Aún recuerdo, participando con algunas de mis obras en Euroart' 97 en Barcelona a principios de octubre de 1997, cómo durante los actos de la boda de la entonces infanta Cristina el 4 de octubre de ese año, todos los locales de hostelería del entorno de la catedral estaban cerrados a cal y canto, y las plantas superiores de esos edificios, con sus balconadas a la plaza, bocado suculento para todo tipo de medios, estaban asimismo con las persianas bajadas y las contras cerradas, expresando su rechazo abierto a un acto que consideraban colonizador. Les dieron, como se dice, con la puerta en las narices. Las calles y fachadas, durante la noche y madrugada previa al acto, se encontraban literalmente empapeladas con enormes consignas de rechazo a la monarquía, a ese acto que consideraban humillante, rancio, y antidemocrático. De aquellos polvos provienen estos incómodos lodos que irritan a una España que de manera mayoritaria no puede admitir la secesión catalana. Los culpables deben ser puestos en cuestión. El próximo gobierno debiera sin mayor dilación convocar un referéndum sobre monarquía o república. El torpe comportamiento de Mariano Rajoy a causa de aquellas mesas ignominiosas debe ser estudiado con rigor y aplicársele la respuesta adecuada que seguro debe haberla.

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