A raíz de los últimos acontecimientos políticos después de las elecciones del 20 de diciembre, no debemos olvidar la ciudadanía, lo que la clase dirigente ha abusado en este país de excesos y privilegios a costa de todos los españoles, durante tantos años.
Es hora de cambiar el rumbo y tanto PP, como PSOE, se planteen de forma categórica pactar, como hicieron los alemanes, por el bien de la Nación, deteniendo sus diferencias y dando ejemplo de unidad, compromiso y transparencia con los españoles ante los retos próximos (económicos, nacionalistas y terroristas).
Nadie discute tan gran presunción, como el ensayo de nuevas inercias. La aspereza propia a algunas ideas, debido al desencanto y engaño de nuestros dirigentes en sus programas electorales, ha hecho que la ciudadanía tome posiciones.
Decía Leonardo de Vinci que dove si grida non è vera scienza (donde se grita no hay buen conocimiento). Los gritos, las descalificaciones ahora, no sirven para nada. Hay que dialogar, dialogar y dialogar, hasta la extenuación. Lo que está determinado es, que todos debemos seguir juntos, valorando, respetando nuestras diferencias y a la vez nuestras semejanzas. La unión, como decían nuestros mayores, hace la fuerza.
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