La vida por supuesto, y luego todo lo que de ella se deriva, como son aquellas cosas que nos hacen vivir dignamente si las tenemos, y cuando carecemos de ellas poder saber a quién debemos su carencia.

Ahí está la cuestión y no podemos sustraernos a la tentación de buscar causantes, culpables o responsables de unas gestiones supuestamente profesionales, que de haberse hecho bien no tendrían el por qué ser cuestionadas y todo seguiría su curso normal de vivir y dejar vivir.

En la actualidad hay quejas en el tema de los desahucios, pobreza infantil, parados de larga duración sin ninguna prestación, el 56% del juvenil, recortes en sanidad, cultura, pensiones, contratos basura y sueldos de miseria, y un largo déficit social, con corrupciones añadidas de estos políticos que debieran dar ejemplo para poder ser creíbles en sus gestiones de cara al pueblo.

No es así, y suerte que el poder judicial está reaccionando positivamente en judicializar los casos de corrupción del PP, PSOE y CiU, para evitar que prescriban, en aras de que la ciudadanía podamos constatar que la justicia en igual para todos, incluida Hacienda.

Solo concluir que, si se consigue sanear definitivamente España y sus periferias, los españoles podremos confiar mejor en los que hemos votado para que nos gobiernen, aparenten y sean honrados, honestos y eficientes en sus gestiones.