Un móvil está hecho para que dure dos años sin problemas, y el tiempo que pase de ahí es un regalo. "Así que este teléfono es un campeón". Esta fue la opinión y sentencia de la persona al cargo de una pequeña tienda donde se venden terminales y contratan servicios de telefonía y comunicación prestados por una conocida compañía, cuando un familiar acudió al establecimiento con el propósito de resolver un problema relativo al acceso a internet surgido tras formatear o restablecer el móvil (comprado hace algo más de cinco años) a modo fábrica. Finalmente, el inconveniente no fue resuelto y las dudas acerca de la solución habían aumentado de manera significativa e irreversible; aunque al abandonar el establecimiento disponía de información sobre distintos modelos que podrían ser de su interés. Con una breve consulta en internet, la dificultad de conexión quedó solventada dando cuatro pasos a través del menú de configuración del teléfono. Desechar por desechar, ¡qué insensata, arrolladora e insostenible dinámica consumista!