Existen formas distintas de relatar el horror. Yo me centraré en aquella que está basada en el uso de imágenes o vídeos, tomados por reporteros o corresponsales, tanto en las guerras como en lugares conflictivos y peligrosos.

Estos hombres y mujeres valientes (o temerarios), por su oficio, se ven obligados a anteponer el deber de informar, sobre cualquier otro. Los que vemos esas imágenes nos preguntamos, en ocasiones, por qué esa persona se dedicó a fotografiar o grabar, en vez de intentar ayudar. Sin embargo, la famosa frase: "una imagen vale más que mil palabras" nos demuestra que se remueven conciencias cuando se logra hacer llegar la tragedia a nuestros cómodos hogares, de ese modo tan directo.

Estrategias de reporteros, como el famoso caso de la periodista que hizo la zancadilla a un refugiado y que le costó el puesto, me hace recordar, también, una información incluida en un documental de TVE, sobre corresponsales de guerra españoles relatando sus experiencias de hace varias décadas. Se decía que, en un país en conflicto, llegaron a ofrecerles matar "en directo" para que tuviesen el mejor reportaje? SIN PALABRAS.