Una información divulgada por Facebook me ha enternecido. Se trata de la iniciativa de una profesora americana, llamada Chandni Langford, con el fin de motivar a sus pequeños alumnos. Consistió en escribir en sus pupitres frases personalizadas, con un lema general: "nunca dejes de intentarlo". Estas notas las escribió cuando daban comienzo los exámenes.

Se mire como se mire, independientemente de si logró su objetivo, dice mucho de la profesora este gesto, de su amor por su trabajo y del deseo patente de que los niños vean el estudio como algo positivo y como meta alcanzable por todos. Un gran acierto que cada mensaje fuese dirigido, expresamente, a cada alumno o alumna, con nombre y apellido; todos sabemos lo que les gusta a los niños (y a los que no lo son) que el mensaje sea personal, puesto que les hace sentir importantes? y realmente lo son, al menos para esta profesora ejemplar.

No me extraña la buena acogida en las redes de esta información. Ojalá haya muchas más noticias de esta clase, pues provocan una bonita mezcla de sonrisa y de admiración, en quienes las leemos, además de sorprendernos, habituados como estamos a la continua deshumanización que nos rodea.