Transcurridas las elecciones generales de junio de 2016, se me ocurren unas pocas reflexiones que quisiera compartir con todas aquellas personas seguidoras de esta sección del periódico LA OPINIÓN.

1º.- El porcentaje de participación ha bajado en tres puntos con respecto a las elecciones de diciembre de 2015, un 69,84% frente a un 73,01% del 2015. Es un dato que conviene tener en cuenta a los efectos de ser un elemento a mayores para determinar el número de votos obtenidos por las distintas fuerzas políticas. Un gran resultado para el PP, ya que pese a verse reducido el porcentaje de participación, incrementó su número de votos en 650.000. Malo para el resto de los partidos políticos, a excepción de ERC, ya que todos ellos vieron reducido su número de apoyos con respecto al 2015, salvo Esquerra Republicana de Cataluña, que incrementó sus adhesiones en casi treinta mil votos.

2º.- Las cuatro fuerzas políticas que dominan el tablero del mapa político español son las mismas, y por el mismo orden en el ranking electoral, que las que existían en el 2015. PP, PSOE, Unidos Podemos y C's.

3º.- Ningún partido político alcanzó la mayoría absoluta, tal y como estaba previsto, quizás sea en lo único que acertaron las encuestas llevadas a cabo durante toda la campaña electoral, por lo que se necesitan acuerdos y pactos entre distintas fuerzas políticas para conformar un gobierno estable.

4º.- El partido que ha vuelto a ganar las elecciones es el mismo que en el 2015, es decir el PP, eso sí, con catorce diputados más (137 frente a 123), pero como sus posibles socios para formar un gran pacto nacional, PSOE y C's, bajaron en otros tantos diputados, necesita de sus apoyos, ya sea por acción o por omisión, en este último caso de uno de ellos, para poder constituir un Gobierno.

5º.- Después de seis meses de uno que renuncia a formar gobierno, otros que firman un acuerdo para tratar de constituir gobierno, y otro que no quiere saber nada de ninguno de los anteriores, nos estuvieron mareando la perdiz durante tanto tiempo, sin pensar en las consecuencias penosas que ello traería para la inmensa mayoría de los españoles. Al final, y después de gastarnos los 130.000.000 euros en esta campaña electoral, todo vuelve a ser de la misma manera que era antes de que se celebraran estas últimas elecciones.

6º.- Estoy plenamente convencido de que en esta ocasión el Sr. Rajoy va a aceptar el encargo de Felipe VI para que trate de formar un gobierno. ¿En qué ha variado la situación actual con la del año pasado? Salvo en que tiene el PP 14 diputados más, el resto se encuentra en la misma encrucijada que hace seis meses.

7º.- Lo importante a partir de ahora es estar muy observador a las negociaciones que irremediablemente tienen que llevarse a cabo, y ver si, efectivamente, se lleva a cabo lo de derogar la reforma laboral, la ley mordaza, la ley de educación, la reforma de la ley electoral, la despolitización de determinados órganos judiciales, la reforma fiscal progresiva, la persecución del fraude fiscal, etc., etc.

7º.- Si ahora no se constituye un gobierno más o menos estable, que lógicamente tendrá y deberá presidir el partido ganador PP, es como para que el pueblo español manifieste su cabreo ante tanta ineptitud de los dirigentes políticos, corriéndolos a gorrazos por toda la geografía española.

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