Parece que el inminente cambio del tiempo, al fin, nos dará en Galicia una tregua con tanto fuego contumaz un verano más.

Es muy preocupante el alto número de pirómanos que existe por tantos incendios aparentemente provocados y sufridos en las últimas semanas. Auténticos criminales perseverando, sin razón aparente, en asolar la riquísima flora y fauna gallega.

Otras veces es el accidente, el mero descuido, la auténtica irresponsabilidad la que pone en peligro extremo no solo viviendas, cosechas y ganado, inclusive las vidas de los pilotos, bomberos, agentes, técnicos y militares encargados de su extinción. Y también más allá de nuestra querida comunidad, quemando montes y bosques por el resto de España y Portugal.

Basta ya de tanta impunidad con los incendiarios y digamos con una sola voz: ¡Nunca máis!