La Comunidad de Madrid se corona con la aprobación de la asignatura para recordar qué ha supuesto el terrorismo en España y no hay duda de que en sí misma será un ejercicio de terrorismo porque solo hablará de aquellas bandas armadas que a punta de pistola y bombazo se llevaron por delante la vida de cientos de personas en el período democrático.

Pero nada dirá del terrorismo más asesino que hemos vivido en ese mismo período: el homófobo. Donde quiera que se ha estudiado el tema con seriedad los datos son estremecedores: los gais nos hemos suicidado hasta dos y tres veces más que los hombres heterosexuales. Por circunstancias comunes los gais que se tendrían que suicidar en España cada año rondarían los 100, pero el dato de la investigación nos da a entender que hay entre 100 y 200 muertos a mayores cuya causa es la persecución de la que hemos sido objeto, fundamentalmente, por parte de la Iglesia Católica y los partidos de derechas.

Las declaraciones del presidente de la Xunta, Manuel Fraga, las del obispo Gea Escolano y las de tantas y tantas personas de respeto que nos han degradado hasta límites insospechados, han llevado a bastantes miles de gais a la muerte a lo largo de la democracia.

Se lo aseguro, ese terrorismo socio-político no figurará en la asignatura pese a que aún es hoy el día que puede poner sus "bombas" en un colegio, en una familia, en la Guardia Civil (no nos olvidemos que hace nada se intentó suicidar una guardia civil lesbiana en la provincia por culpa del terrorismo de la institución que actuaba sobre ella).

Las minas contra personas Lgtbi se acaban de sembrar solo hace unos días en el colegio concertado Juan Pablo II de Alcorcón (Opus Dei). La dirección del colegio ha tildado la Ley madrileña de Protección Integral frente a la LGTBfobia, aprobada por todos los grupos del Parlamento, de "fanatismo terrorista". Allí un gay, una lesbiana, un transexual... corren serio peligro de muerte, de suicidio. Pero que este dado no les quite el sueño, a buen seguro no nos enteraremos porque, si los primeros que odian a la víctima pueden ser sus propios padres, ya se encargarán, compinchados con el colegio, de ocultar los motivos del asesinato.

LA OPINIÓN publica opiniones de sus lectores, así como réplicas y sugerencias de interés general que sean respetuosas hacia las personas e instituciones. Las cartas pueden ser enviadas a LA OPINIÓN por vía postal (C/ Franja 40-42 15001 A Coruña), por fax (981 217 402) o por correo electrónico/cartasaldirector@laopinioncoruna.com). Deben tener como máximo 20 líneas e incluir nombre, apellidos, DNI, domicilio y teléfono de contacto. LA OPINIÓN se reserva el derecho a extractarlas.

Cláusula Legal: LA OPINIÓN A Coruña S. L. (C/ Franja, 40-42, 15001, A Coruña), le informa que sus datos de carácter personal facilitados en este formulario de cartas al director, serán incorporados a nuestros ficheros y tratados automatizadamente. De acuerdo a la L.O.P.D. 15/1999 (Ley Orgánica de Protección de Datos), vd. podrá ejercer su derecho de acceso, rectificación, cancelación y oposición conforme a dicha ley. El titular de los datos se compromete a comunicar por escrito a la compañía cualquier modificación que se produzca en los datos aportados.