Lo vivido el pasado sábado 4 de Febrero a las puertas del Ayuntamiento de A Coruña, fue más propio de una hinchada o peña futbolística, que una fila para asistir a un acto democrático municipalista.
Los asistentes cumplíamos el requisito previo de esperar en los soportales municipales de nuestro Palacio Consistorial, algunos con bufandas, otros con pancartas, pero todos con la intención de ver in situ el pleno extraordinario con una moción de confianza sobre el regidor Xulio Ferreiro.
Instantes previos a la apertura de las puertas del Ayuntamiento, y a la llegada de numerosos medios de comunicación, el sector de Marea Atlántica, comenzó con cánticos de apoyo a su partido político, más propio de una afición deportiva que de una militancia política, seguidos de insultos a otras formaciones políticas.
Curiosamente un club de fútbol cumpliendo con el dictamen de la Comisión Antiviolencia, ordenó la prohibición de un sector de aficionados a un recinto deportivo por realizar este tipo de lemas cantados. Pero en A Coruña es diferente, en nuestra ciudad el partido político que gobierna en minoría, es el encargado de organizar este tipo de canciones y a su vez sentirse orgulloso de ello, algo que se deduce al ver que sus concejales y cargos públicos en otros organismos, no solo, seguían la letra de las canciones, sino que sacaban instantáneas del momento e incluso empezaron a hacerse fotos con los que propinaban los cánticos vejatorios a otras formaciones.
El Comité Antiviolencia sanciona, los regidores municipales de Marea Atlántica, los que tienen que amparar el cumplir de las leyes, se dedican a apoyar este tipo de actos.
Mientras, militantes y votantes de otras formaciones escuchaban de ellos calificativos haciendo alusión a que "son la misma mierda". Nuestro Alcalde, su equipo de gobierno y miembros de su partido sacaban pecho ante la situación que se vivía en María Pita.
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