¿Son fanáticos de las previsiones erráticas?, ¿están bajo una desapercibida influencia extraterrestre interesada en generar confusión y alterar modelos de vida en el planeta tierra?, ¿se han puesto de acuerdo para transmitir información falsa con el ánimo de rentabilizar inversiones personales sustanciosas en actividades, servicios y productos etiquetados como respetuosos con el medio ambiente? o ¿han creado una trama para inducir preocupación gratuita en la población regocijándose y satisfaciendo así su naturaleza maliciosa? Entre los datos aportados y señalados por miles de científicos repartidos por el mundo y las opiniones de gobernantes, parece que la población concede mayor crédito a la información facilitada por los primeros. Declarar que el cambio climático es un fraude, justificando así la desvinculación de Estados Unidos del pacto mundial de París para reducir el impacto medioambiental derivado de la actividad humana, ¿es una postura basada en la observación, el estudio y el análisis independiente y riguroso de la situación? Es raro que se desacrediten y pongan en duda los dictámenes de los especialistas en una materia de semejante relevancia global.