Samaín, origen europeo de Halloween. Cierto, pero algo se ha debido perder por el camino. Llegado el 31 de octubre esto parece más una fiesta de tilde anglosajón que otra cosa. Nos lo han vendido más que bien, como casi todo lo que viene de allá en lo que a consumismo desbocado se refiere. Viernes Negro y Super Bowl, acabaremos celebrando el 4 de Julio, todo se andará. Apenas queda nada del verdadero sentido de la antesala del Día de Difuntos, recuerdo de los que ya no están entre nosotros. Coloridas flores a los cementerios en días de cielo gris cemento, castañas al fuego de leña en la cocina de aldea. Respeto y consideración. Pero ¿qué esperar de una sociedad en que el minuto de silencio dura veinte segundos y rapidito que esto aburre? A cambio, disfraces, discoteca, truco o trato, más de quince días antes de la fecha para que usted lo absorba bien. ¿En cuánto acabe? Más de lo mismo. Navidades a cincuenta y cinco días vista, ya se ven turrones y mazapanes por ahí. Traga y mastica, sin preguntar por qué. Consume y calla.