Según informó hoy la Policía, hay alerta de inundación en el condado de Berkshire (al oeste de Londres), que puede afectar a la ciudad de Reading (una de las más importantes del sureste de Inglaterra), así como a Henley-on-Thames, Marlow y Windsor.

En Oxford, los residentes de unos 250 hogares fueron llevados hoy al estadio de fútbol del club Oxford United después de que se registrasen inundaciones en el oeste de la ciudad, una de las últimas en resultar afectadas por las riadas.

Un portavoz de los bomberos del condado de Oxfordshire, sur de Inglaterra, dijo hoy que las inundaciones "han empezado a afectar áreas no afectadas antes y, en particular, una subestación eléctrica (en Oxfordshire) que controla mucha energía a algunas de las instalaciones más esenciales, como hospitales".

En el oeste de Inglaterra, más de 350.000 personas continúan hoy sin agua corriente, pero el Ejército distribuye tres millones de botellas de agua mineral por día y hay más de 400 camiones cisternas con agua para atender las necesidades de la población.

Según la Agencia del Medioambiente (EA), el pronóstico de más precipitaciones puede agravar una situación ya de por sí crítica.

El pasado viernes, en Inglaterra llovió en una hora el equivalente a un mes de precipitaciones, una situación que dejó a miles de hogares sin agua y sin suministro eléctrico.

La intensidad del temporal ha provocado un masivo despliegue de los servicios de emergencia y de las Fuerzas Armadas británicas, que han tenido que realizar decenas de operaciones de rescate.