Una enorme multitud abarrotó el salón de sesiones del ayuntamiento e invadió la plaza de María Pita la tarde del 14 de abril de 1931. La reunión en el consistorio tenía como objeto presentar la nueva corporación municipal elegida dos días antes. Las elecciones del 12 de abril habían mostrado la fuerza del republicanismo coruñés: 31 concejales republicanos integrados en la Federación Republicana Gallega, dos republicanos independientes, un socialista y cinco monárquicos.

Para celebrar el éxito, a las cuatro y media de la tarde una gran manifestación marchó desde el Casino Republicano hacia el Ayuntamiento, donde media hora más tarde los nuevos concejales tomaron posesión y proclamaron la República.

Una imagen alegórica de la República, pintada por Román Navarro y procedente del Casino Republicano, fue colocada presidiendo el salón de sesiones.

El entonces alcalde, Maximiliano Asúnsolo Linares-Rivas, fue requerido por los electos para que entregase el Ayuntamiento, lo cual hizo manifestando su deseo de acatar la voluntad popular, aunque precisó que no tenía en ese momento noticia oficial de haber sido proclamada la República en España, por lo que pidió que constase en acta su "respetuosa reserva". Asúnsolo saludó a la nueva corporación republicana y le deseó aciertos en su gestión.

El alcalde de edad, Antonio Lens Viera, declaró proclamada la República y en el salón de sesiones del Ayuntamiento sonó una gran ovación del público allí congregado.

Un obrero, Antonio Borrazás Alonso, solicitó la palabra para pedir amnistía para todos los presos sociales y deportados. Lens le respondió que la corporación trasladaría al Gobierno republicano su petición.

Lens redactó un bando para proclamar la República que fue leído desde el balcón municipal a los coruñeses reunidos en la plaza de María Pita, en cuyo balcón principal fue izada la bandera con los colores rojo, amarillo y morado.

El alcalde pidió a los ciudadanos que observasen "el más perfecto orden" y que cada republicano se constituyese en "un guardián de la República".

"Hemos logrado la República después de esfuerzos y sacrificios considerables, y es menester ahora demostrar que sabemos merecerla", exhortó el alcalde, que invocó el carácter "tradicionalmente liberal y democrático" de A Coruña para pedir que no se alterara "la tranquilidad pública ni adopten represalias de ningún género, ya que la obra nefasta de la tiranía en estos años vergonzosos ha de ser escrupulosamente revisada y serenamente juzgada".

"Ciudadanos: ¡Sed dignos de vuestra obra!", concluye el bando, e insiste en la necesidad de guardar "el orden y la disciplina" para "consolidar la Libertad y la Democracia".

Los viejos líderes del republicanismo histórico coruñés vieron así su sueño cumplido el 12 de abril y la generación de los jóvenes turcos llegaría a tener altas responsabilidades en el nuevo Estado, que traería consigo el sufragio universal, la separación Iglesia-Estado, el reconocimiento del matrimonio civil y el divorcio.