-¿De Valle no está todo dicho?

-No, está todo por saber.

-¿Por ejemplo?

-Era de familia rica, vivía muy bien. Cuando se va a Madrid en 1895 no es un bohemio, es funcionario del Estado, del Ministerio de Instrucción Pública, y cobra 2.000 pesetas al año; era dinero. Este momio le dura por lo menos hasta 1899 y ni se molesta en publicar, no tiene necesidad alguna de hacerlo. Después, y cuando pierde el brazo, lo pasa relativamente mal para un señorito como él, y es cuando empieza su carrera. Esto no se ha dicho nunca de él.

-Se pensaba que era un tipo bohemio, un hidalgo arruinado.

-Pues al revés. Se casa en 1907 y siempre tiene casa en Madrid y en Galicia, desde 1913 a 1926, la familia veranea habitualmente en Navarra, ¿es ser una familia pobre? Tuvo altibajos como cualquiera pero logró dar carreras a sus hijos.

-Su correspondencia indica que algunos amigos le ayudaron.

-Hombre, hay veces que le pide dinero a Tanis (Estanislao Pérez Artime, Tanis de la Riva), otras pide 50 duros, lo hemos hecho todos, tampoco es para magnificarlo. Es un tipo muy orgulloso para pedir y demasiado chapado a la antigua.

-¿Está clara su ideología?

-Ultraderecha. Militó en el carlismo, o sea en la ultraderecha.

-¿Simpatías anarquistas?

-¡Bueno, hombre bueno, iba a ser anarquista! Pasa de la ultraderecha carlista a una derecha liberal. Él se opone a la dictadura de Primo de Rivera no porque sea una dictadura sino por el rey Alfonso XIII, al que no podía ni ver. Representa a la derecha liberal de grandes raíces cristianas. ¿Qué le gusta? El hombre fuerte, el conductor de masas, por eso admira a Mussolini, a Lerroux o a Lenin. No por la ideología, sino porque él no cree, como toda su generación, en la democracia parlamentaria. ¡Hombre!, don Jacinto Benavente decía que el voto era antibiológico.

-¿El entierro fue su último esperpento, como escribió Cela?

-Eso es una tontería.

-¿La imagen de estrafalario?

-De joven, sin ninguna duda, llamaba la atención por su vestimenta estrafalaria, sus melenas, los grandes cuellos almidonados, hasta que se corta las melenas en 1903. Después es un dandy, se siente superior, y reclama títulos nobiliarios.

-Sin éxito.

-Le dijeron que presentase la documentación y él respondió que Europa estaba en guerra, que dónde querían que fuese a buscarla.

-Después de lograr las obras completas, parece que urge la biografía, ¿está ya en ello?

-A ver si hay suerte; no sé por dónde va a salir eso.

-¿Cuál es la complicación?

-Nadie es siempre el mismo y don Ramón, menos. El problema es confrontar la ficción con los datos, porque hay muchas cosas inventadas; la biografía es pura literatura.

-Se esforzó en lograr editar las obras completas y ya vivió la complicación de fijar, entre muchas, la versión definitiva.

-A Valle-Inclán la puntuación le importaba un pepino y los cambios de texto se deben en muchos casos a problemas tipográficos y no de estilo. Había que buscar, pues, en la imprenta. Apenas se tomaba el trabajo de corregirla y los cambios a menudo eran de su mujer, que copiaba a mano los textos... Fue ordenar todo eso y ver por qué cambiaba el texto para poder meter adornos, grabados, capitulares...

-¿Fue muy difícil poner de acuerdo a las cuatro ramas Valle-Inclán para culminar la obra?

-Dificilísimo, endemoniado.

-El teatro de Valle es para leer, se decía antes, y ahora hasta se ha hecho ópera con él.

-Se les ocurrió decir eso, que su teatro no era representable. Cualquiera que coja La tempestad, de Shakespeare, verá que empieza: 'Un barco en plena tormenta', y sigue un naufragio, ¿eso es representable y Valle-Inclán, no?

-Un hermano suyo también ha escrito sobre Valle, pero ha sido usted quien ha ido más lejos.

-Yo creo que he investigado cosas que no se sabían, como la influencia de la imprenta en la obra, que nadie había estudiado y todos llamaban estilo. También, al hacer la bibliografía y recoger las entrevistas, que sirven para decir 'hay esto, pero cuidado, que miente siempre en las entrevistas'.

-¿La mentira más flagrante?

-Pues decir que su primer hijo fue una hija. La edad: se quitaba y se ponía años con una facilidad pasmosa; que su primer libro fue Aromas de leyenda... El hombre era fantasioso y sobre su vida privada mintió sistemáticamente.

-¿La familia tiene los derechos de autor hasta 2016, en que se cumplen los 80 años de la muerte?

-Sí, hasta 2016.

-¿Se puede traducir a Valle al gallego ya o hay que esperar?

-¿Para qué? Se traduce lo que no se entiende. No conozco a nadie que quiera traducir a Rosalía, a Murguía o a Otero Pedrayo, ¿por qué a Valle-Inclán sí? Un país pequeño y pobre como este lo que tiene es que tener una política de traducciones, y lo que se entiende no traducirlo. Los millones de libros que jamás se van a traducir al gallego son infinitos, que vayan aceptando esto de una puñetera vez.

-¿La familia no dará permiso para traducirlo?

-La familia, no sé, yo me opondré siempre. Estoy completamente en contra de las traducciones a lenguas que ya se conocen. Este problema sólo lo hay aquí, en Cataluña representan a Valle-Inclán en castellano y no pasa nada. Si el mundo nacionalista tiene necesidad de un símbolo para sentirse más potente es su problema, que empiecen traduciendo a Murguía, que está todo en castellano.

-¿La biblioteca de Valle?

-La mayor parte está en casa de mi madre.

-¿Cuál es el destino?

-Una casa museo en A Pobra, sería lo lógico. Y los libros y los papeles, con los bibliotecarios, que son los que mejor los cuidan. La Biblioteca Nacional, por ejemplo, o la Universidad de Santiago.