-¿Por qué Proust, si usted es filósofo?

-Es uno de escritores que ha revolucionado el concepto de literatura. Yo no me meto en esto, soy filósofo, lo que pasa es que toda mi vida me acompañó Proust. A parte de su original estilo, consiguió, a través de una experiencia rara, que algunos pueden pensar que es alucinatoria, romper la irreversibilidad del tiempo. Fue un sindicalista de la vida mundana. Pero en los salones de París, en lugar de encontrar el tiempo de la metáfora, que permite la redención, se encontró con el tiempo de la termodinámica, de la podredumbre. Yo llevo rebuscando en las 4.000 páginas de En busca del tiempo perdido y es un tratado de ética porque traza para el ser humano un objetivo exclusivo: entregarse al lenguaje y dejarse de ton-te-ría-as, de vanidades y de diversiones. Y Proust lo concibe como un auténtico sacrificio. Esta es la dimensión ética de La Recherche.

-¿Qué es filosofía?

-Es poner interrogaciones a lo que a todos concierne, y nos concierne todo aquello que tiene relación con conocimiento y lenguaje. Cómo de los códigos de señales animales surgió un día esa cosa tan rara que es el lenguaje, un código que no sirve para comunicar nada, que se revela contra los códigos y sólo se interesa por sí mismo.

-¿Para qué sirve un filósofo?

-Absolutamente para nada. Ya lo decía Aristóteles: 'Sólo sirve a aquel que no es libre'. La filosofía, por tanto, es la ciencia de los hombres libres. La filosofía no sirve para nada porque no está al servicio de nada.

-¿El filósofo es un peligro?

-El filósofo que desmonta todo prejuicio es peligroso. Peligrosísimo, Atenas condenó a la cicuta a Sócrates, que es el paradigma.

-Filosofía y cálculo diferencial, ¿qué tienen qué ver?

-El cálculo diferencial es casi la única disciplina en la que el problema del infinito se plantea con todo rigor. La filosofía se sirve del cálculo diferencial como un instrumento para plantear sus problemas. No hay ser humano al cual no se le plantee un problema de infinito. Si preguntamos en la calle qué es un filósofo nos responderán que es un señor que se ocupa de asuntos que no interesan a nadie, oscuro y al que no se entiende nada. Eso es una caricatura, el filósofo se ocupa con claridad y distinción cartesianas a los asuntos que conciernen a todos.

-¿Por esa supuesta opacidad no se aprende en el Bachillerato?

-Descartes no es oscuro, los que son oscuros son los periódicos, que no se entiende una palabra. Descartes te dice una proposición tras otra y se entiende perfectamente.

-¿Más claro que el caso Gürtel?

-Sin duda. Yo me considero un periodista, escribo artículos de opinión, y no estaría mal que los periodistas leyeran a Descartes obligatoriamente. Yo sugeriría que en las escuelas de periodismo se leyese El discurso del método.

-¿Es preciso reivindicar la naturaleza humana?

-¡Claro que sí, si está olvidada! El hombre tiene una naturaleza que no es la de los monos ni la de los perros, sino que tiene una propiedad rarísima, pensamiento y lenguaje, y el lenguaje no es una variable más, es algo muy trascendente.

-Equiparó la teoría de la relatividad al urinario de Duchamp, ¿considera que son igual de importantes?

-Yo creo que es más importante la teoría de la relatividad, y si dije eso me olvidé. Si fuese la teoría de la relatividad y Debussy, igual digo que sí. Yo creo que Debussy es muy importante en la historia de la música pero de lo que no hay duda es de que la teoría de la relatividad ha sido trascendente para la humanidad: acabó con el espacio y el tiempo, no hay más espacio y tiempo que el absoluto. Eran un prejuicio.

-¿Vivimos una realidad virtual?

-Vivimos en realidades construidas virtualmente, y la vida podrá ser virtual, pero la muerte nunca será virtual. Todo lo virtual es superficial y lo superficial no es sustancial.

-¿Qué opinión le merecen programas como Gran Hermano?

-Yo nunca vi eso, ni tengo curiosidad ni me interesa.

-¿Y el fútbol?

-Como fenómeno sociológico. Me interesan los futbolistas.

-¿En qué sentido?

-En el sentido de que son una gente que hace bien su trabajo. Todo lo que hay en torno al fútbol me parece abominable, pero los futbolistas no, me parecen muy inteligentes, hablan muy bien?

-'El Dépor es de un país con tantos problemas sociales?'

-¿Eso dije yo?

-Parece ser, ¿cuáles son esos problemas?

-No sé, los problemas sociales son aterradores en Galicia y fuera de Galicia. Hay un cambio tremendo respecto a lo que fue mi juventud en Francia, cuando se luchaba por las treinta horas. La Comunidad Europea estuvo a punto de votar las 65 horas el año pasado. Un taxista en Barcelona trabaja como mínimo doce o catorce horas y muchos de ellos, dieciséis. Aristóteles define la filosofía como la disciplina de los hombres libres. Para que haya libertad tiene que haber unas condiciones sociales que la hagan posible. En estos momentos se están generando las condiciones sociales de la esclavitud. Si llegamos a alcanzar un 30% de paro estructural, como algunos auguran, lo que se está fraguando son mercados de esclavos. A quien se encuentre en una ciudad grande, sin subsidio de paro y tirado, desde luego, no le vengas con filosofadas. El ser humano no puede realizarse en condiciones de esclavitud. Todos los humanos aspiramos a la lucidez, como decía Aristóteles. Si la sociedad no nos da la posibilidad de esa aspiración, algo está fallando.

-¿Por eso sostiene usted que hay que tratar de no contribuir a la ciénaga?

-Efectivamente. Un filósofo lo que no puede ser es un alcahuete de esto que está pasando. No hay dignidad filosófica si un filósofo es alcahuete de esto que está pasando; no puede ser alcahuete de que se estén dando las condiciones para mercados de esclavos. Eso hay que denunciarlo.

-¿Cree que se denuncia lo suficiente?

-No basta con denunciarlo, es una praxis. La libertad no llega por una declaración de principios, sino que es fruto de una durísima confrontación.

-La gente sale poco a la calle a protestar.

-Esto es bastante sintomático. En Barcelona hay pocas manifestaciones colectivas y se está llegando al 'sálvese el que pueda'. La gente se encuentra en condiciones de sufrimiento individual, de tristeza y melancolía, y estoy seguro de que los centros de atención psiquiátrica y psicológica están multiplicando el número de demandas porque últimamente se expande el sentimiento de que como te quedes aparcado te quedas en los arcenes del orden social. No se puede seguir así. Antes, cuando te quedabas aparcado, encontrabas una solidaridad de grupos que se organizaban, pero hoy, no.

-De nuevo Proust: 'La lengua de los vencidos que se esfuerzan en conservar...', ¿podría aplicarse al gallego?

-Esto es un poema de una belleza enorme. Proust está hablando de Gilberte y está lleno de significaciones. No sé cómo está la lengua gallega pero seguramente está mejor que hace cuarenta años. Daré una respuesta. Los animalistas suelen estar muy preocupados por la desaparición de especies, cosa que me parece muy bien, pero también habría que preocuparse por la desaparición de las lenguas: cada mes mueren lenguas y cada vez que desaparece una lengua desaparece una proyección de lo que constituye la esencia de la naturaleza humana. La naturaleza humana es la lengua, es el lenguaje, y las lenguas, que son todas homólogas en dignidad, se proyectan en pluralidad. Cada vez que desaparece una lengua es como si desapareciese un ser humano. Habrá otros, pero ese no, es insustituible.