Cuando no se habían inventado todavía las guías de viaje ni los dispositivos de localización GPS existía ya un conjunto de textos, cuya compilación se remonta al siglo XII, que advertía a los peregrinos que se dirigían al santuario de Santiago de los peligros del viaje, sobre todo de la "picaresca", e incluso ofrecía datos sobre las meretrices que ejercían su labor en las proximidades de Portomarín y de Palas de Rei. Se trata de uno de los libros que conforman el Codex Calixtinus, que se conserva en la basílica compostelana y que "por fin", como afirmó ayer el gerente de la Sociedade de Xestión do Plan Xacobeo, Ignacio Santos, se puede leer en gallego.

Aunque hace apenas dos meses el conselleiro de Cultura, Roberto Varela, expresaba en el Parlamento autonómico públicamente sus dudas acerca de un proyecto encargado por el bipartito que iba a llevarse, según Santos, "unos 180.00 euros más IVA" de las arcas públicas, finalmente la Xunta se decidió a abonar la factura porque la considera una "inversión justificada". Esta edición al gallego, argumentó, supone un "gran avance en la difusión del patrimonio cultural jacobeo y un obligado tributo a nuestra lengua".

Además de medio millar de ejemplares -cien de ellos resguardados en una caja contenedora- de una edición de lujo ilustrada por el escultor de Cambados Francisco Leiro y que, según Santos, serán destinados a "regalos institucionales", la editora A Nosa Terra ha elaborado otra tirada, de un millar, para facilitar al gran público el acceso a esta obra que Santos calificó de "absolutamente universal, colosal y definitivamente gallega".

No obstante, los que adquieran estos libros no disfrutarán de las letras capitulares creadas por el internacional escultor gallego. Para compensarlo, una exposición itinerante, Francisco Leiro. Celebrando o Calixtino, que ayer se inauguró en la Casa da Parra, en la capital gallega, intentará subsanar esa carencia mostrando las 34 letras capitales y las seis portadas creadas por el artista sobre papel y técnica mixta, que se completa con dos esculturas de madera que dan forma, en tres dimensiones, a las letras B y T.

Santos ensalzó el valor del libro al destacar que es "la obra histórica de referencia para entender el desarrollo y los orígenes de la cultura jacobea". "Es un texto monumental, que fascina por igual en su vertiente litúrgica, musical, histórica o descriptiva", argumentó. Para el gerente del Plan Xacobeo, el Códice Calixtino "esconde" un "auténtico germen identitario". "Si la esencia de Galicia pudiese tener un origen único o quedar condensada en un objeto cultural por excelencia, el Códice Calixtino que ahora presentamos por primera vez traducido al gallego sería un firme candidato", argumentó.

A la inauguración también asistió el propio Leiro, quien admitió que el encargo le pareció al principio "muy sencillo", aunque luego cambió de opinión. El creador reconoció que "abusó" en su inspiración del mundo de los viñedos de las Rías Baixas.

El editor también intervino para aclarar que el libro presentado ayer es el resultado de dos años de esfuerzos. "No queríamos que fuese una réplica facsimilar", aseguró, "sino que a partir de las ilustraciones medievales intentábamos darle otro aire".

Aunque el editor es el responsable de que la obra se publique y el artista el de que los textos cuenten con ilustraciones únicas, a la hora de llevar a buen puerto el Códice Calixtino en gallego hacía falta alguien que se encargara de la traducción. La labor recayó en Xosé López, quien enumeró las dificultades de una tarea que calificó de "osada" y que después hizo un recorrido sintético por las diversas partes del volumen para animar a los ciudadanos a explorar la obra por ellos mismos. También Leiro, que leyó el texto para inspirarse, aconsejó acercarse a lo que definió como una "maravilla".