-Con la compra de los derechos de distribución por Lionsgate, Buried (Enterrado) llegará a las carteleras de EEUU, ¿cuándo? ¿A España también?

-No lo sé, depende de Lionsgate. Supongo que el resto del mundo buscará sincronizarse con el estreno estadounidense, incluyendo España.

-¿Qué le parece que su película haya constituido la mayor venta en los últimos años en Sundance y que los estudios se pelearan por ella?

-Me parece algo casi ajeno, da la impresión de que en cualquier momento me voy a girar sólo para descubrir que tengo a alguien detrás y nadie se estaba refiriendo a mí.

-Es como un secreto a voces. Sus películas y sus cortos tienen gran repercusión en el medio, pero llegan mal al público. Reciben premios en los festivales, pero casi no se proyectan en las pantallas comerciales, ¿por qué?

-El público sólo decide si quiere ver algo o no si sabe que existe, y para eso hace falta la campaña adecuada. Uno de los males endémicos de nuestro cine es que, con excepciones, no se invierte en promoción, así que las películas se queman sistemáticamente.

-¿Este éxito de Buried propiciará que su anterior película, Concursante, tenga una mayor exhibición?

-Concursante ya se vio en los cines. En Madrid estuvo ocho semanas y en Barcelona, cinco. Con suerte, tendrá una segunda vida en vídeo. Pero no cuento con ello.

-¿Qué significa que Variety le ponga entre los 10 directores que conviene seguir este año?

-Debe de ser algo serio, porque me han regalado una chaqueta.

-¿Qué otras consecuencias le ha reportado lo ocurrido en Sundance?, ¿qué le está pasando en EEUU?

-Aquí nieva, nieva y nieva, y el teléfono suena, suena y suena. Supongo que siempre es más fácil destacar entre la nieve.

-Buried está protagonizada por Ryan Reynolds y fue rodada en inglés. ¿Cómo se gestó, cuánto costó hacerla y en cuánto tiempo se rodó? ¿De dónde salió la idea de la película?

-Recibí el guión de Chris Sparling a través de Versus Entertainment, con quienes estaba preparando otro proyecto. Querían conocer mi opinión sobre un ejercicio de escritura que se consideraba brillante, pero improducible. Su carácter radicalmente insensato me atrajo desde el principio. Dado su presupuesto controlable, decidimos producirla nosotros mismos para el mercado internacional, aunque hacía falta una estrella. Ryan Reynolds vio Concursante y leyó mi memoria de dirección, que detallaba cómo pensaba rodar un proyecto que parecía inabordable. Dos días después, nos encontrábamos en un restaurante de Los Ángeles y nos estrechábamos las manos. En otro mes y medio nos veíamos en Barcelona (dos metros por debajo, para ser exactos) para rodar la película, que se filmó en menos de 17 días y se montó en cinco semanas. Una locura absoluta. Aún no sé cómo lo hicimos, así que supongo que no lo hicimos.

-Su crítica al capitalismo es feroz en Concursante, incluso en su corto 15 días, que ha sido el corto español más premiado.

-Concursante no ataca el capitalismo, sino el sistema crediticio, que acrecienta la deuda exponencialmente y la sostiene en puro humo. Es un sistema milenario, no responde a ideologías.

-¿Es autodidacta?

-El autodidactismo permite una reflexión original, evita adoptar axiomas y exige una cierta profundización, una compresión significativa de la materia tratada. No estoy en contra de las escuelas de cine, pero conviene que tengan cafetería. Es probable que sea allí donde los estudiantes se encuentren y aprendan algo.

-¿Cómo planifica los rodajes y dirige a los actores?, ¿es rígido con el guión?

-Me gusta cerrar muy bien los guiones y hacer los deberes en casa antes de ir al plató. Rodar es muy caro, el set no es el sitio más adecuado para dudar. A los actores les pido lo mismo. Procuro tener las ideas claras y comunicarlas con precisión. Los actores no necesitan un director que se ponga de perfil.

-Rueda en 35 mm, en 16, en súper 8, incluye vídeo y fotografía.¿Qué pretende conseguir?

-A menudo he jugado con las texturas para conseguir diferentes efectos plásticos y emocionales. En Buried lo he hecho con la luz y el sonido. El propósito es sumergir al espectador en el cerebro del protagonista, conseguir que su experiencia sea empática, comprometida con el personaje, poderosa.

-¿Cuál es su formación académica, sus lecturas, intereses intelectuales y referencias cinematográficas?

-Estudié Historia del Arte, amo la literatura de Richard Matheson, Jim Thompson, Kafka, la filosofía de John Baines, la música de Dylan y Mozart, de Daniel Lanois y John Williams, las películas de Hitchcock, Welles, Keaton, Kubrick, Scorsese?

-Es gallego de nacimiento.

-Nací en Pazos Hermos (Ourense) porque mi madre quiso que fuera gallego, así que no hay duda de que lo soy. No hay marcha atrás. Pero viví en Salamanca desde los dos años. Básicamente, toda mi vida. Desde el rodaje de Concursante, vivo a caballo entre Salamanca, Madrid y Barcelona.

-¿Cómo surgió su necesidad de hacer cine?

-Rodé mi primer cortometraje con una cámara de súper 8 y varios amigos, durante los fines de semana. No se diferencia tanto de lo que hago ahora.

-¿Tentado a irse a EEUU?

-Sólo me tienta la libertad creativa. No me importa el lugar.

-¿En qué proyectos está trabajando ahora?

-Red Lights, una película con un acercamiento muy científico a la fenomenología paranormal que muestra cómo el cerebro humano no es un instrumento fiable para percibir la realidad.