-Para que se haga cargo del tipo de entrevista: ¿todos los psiquiatras acaban estando de psiquiatra?

-Es la especialidad médica que más problemas de salud mental da, sólo por detrás de los estomatólogos. Se recibe un bombardeo excesivo de estímulos, y se pierde el fiel de la normalidad.

-Los padres de víctimas aprovechan para hacer carrera política.

-Está más justificada la entrada en política de Juan José Cortés que la de quienes llegan a ella por razones crematísticas y de poder.

-¿Juan José Cortés puede asesorar la redacción de un código penal?

-Lo conozco a fondo, y es una de las personas del pueblo más pausada y reflexiva. Otra cosa es que le mueva una pseudoambición que en mi opinión no es el caso.

-Nadie había llamado 'esquizoide' a Rubalcaba.

-Nadie ha tenido mi suficiente poco tacto. Me aproximo al perfil de los políticos sin diagnosticarlos, porque no los he tratado.

-¿Cuál es el político más fascinante?

-Rubalcaba, precisamente. Lo tiene casi todo. Carece de ambición, huye del primer plano, no se prodiga ante los medios. Haría un excelente binomio con Gallardón, son complementarios.

-¿Una secuestrada por Al Qaeda puede pensar que la han tratado bien?

-Si piensas que detrás de la pobreza hay una grave injusticia promovida por los poderes occidentales, puedes justificar los atentados del 11-S. Y también la propia privación de libertad, en un síndrome de Estocolmo.

-¿Qué cambió en el mundo con el caso Madeleine?

-Nos ha enseñado la potencia inmensa de los medios de comunicación para despistarnos respecto a la verdad, que no sabemos cuál es.

-¿Y los padres de Madeleine?

-Me amenazaron con una querella que nunca interpusieron, porque dije en Portugal que recelaba de su cara de póquer, de su controlada ausencia de emotividad y su falta de colaboración. No me fío de su actitud, prefiero no ir más allá.

-¿Qué es un comunicador?

-Aquél que explica algo complicado a la gente en poquísimas palabras.

-¿Cuántas palabras caben en los 12 segundos que usted propone como unidad de mensaje?

-Unas 30 bien dichas. Con ellas puedes explicar el núcleo de cualquier concepto -un cohete, un virus, la esquizofrenia-, aunque haciendo concesiones.

-¿Un consejo gratuito a quienes deseen triunfar en televisión?

-Daré dos. El consejo amoral, que no inmoral, es tratar de caer bien por todos los medios a los espectadores. El moral es buscar por encima de todo que la audiencia te entienda.

-¿En qué consiste la popularidad?

-En la viejecita que me dijo 'no sé leer ni escribir, pero le entiendo cada vez que usted explica algo'. Casi tuve un orgasmo múltiple.

-¿Quién puede ser un asesino?

-En circunstancias concretas, cualquier persona podría acabar con otra. Después de investigar quinientos homicidios, nuestro cerebro tiene una parte primitiva y preparada para matar.

-¿Vamos mejor de salud mental o dental?

-Dental, porque se soluciona con tornillos metálicos. La salud mental exige horas de reflexión y mucha humildad.

-Omite los medicamentos.

-Soy de los psiquiatras menos pastilleros, recurro a ellos in extremis. La ausencia de diálogo se solventa con fármacos: 'No siga contándome, tómese estas pastillas'.

-¿Cómo se puede vivir un solo día sin estar deprimido?

-Intentando pensar y sentir lo bueno de ese día. Decidir entre 'voy a morir' o 'estoy vivo' es un problema de actitud. La vida te torpedea con estímulos depresivos, pero haber hecho mil autopsias no me hace más propenso a la depresión.

-¿Cuándo se separa el alma del cuerpo?

-En la respuesta técnica o teológica, cuando el hombre expira y se para el corazón. Yendo un poco más allá, intuitivamente hay un espacio después de la parada cardiorrespiratoria en que el alma no se decide a irse, no sea que se efectúe una maniobra de resucitación cardiopulmonar. Es un lapso de tiempo, desconozco su duración.

-¿Qué proceso mental convierte a un político en corrupto?

-En contra de lo que digan algunos, la corrupción es un problema psiquiátrico, surge del descontrol de la propia conducta.