Ni siquiera el omnipotente Mariscal, dueño de casi todo Brétema, ha podido evitarlo. De nada le ha servido su capacidad de disuasión: el territorio del que es dueño y señor, donde domina cuerpos y almas, perderá su nombre para llamarse de otra forma. En lo sucesivo, llevará un nombre que nadie podrá reclamar como propio.

El escritor Manuel Rivas ha decidido cambiar el topónimo de Brétema, el escenario donde transcurre su última novela, Todo es silencio, ante los recelos de Marina Mayoral, que con anterioridad lo utilizó en varias de sus obras para nombrar un lugar imaginario.

Brétema —niebla en gallego— nombra un territorio de sombras en la costa gallega del que se sirvió Rivas para mostrar los círculos del silencio criminal ligados a la actividad del narcotráfico. Poco que ver con el Brétema de Mayoral, que asegura haberlo utilizado como topónimo ya en 1979 (Cándida, otra vez).

"En entrevistas y coloquios me han preguntado dónde está Brétema, qué lugar real oculta bajo este nombre. Siempre dije que era un lugar imaginario, hecho a golpe de novelas, con retazos de muchos lugares. Brétema tiene cosas de mi Mondoñedo natal, y tiene el mar de Foz y las nieblas de Lugo donde pasé parte de mi infancia, y los paseos y el aire de Santiago; y el cielo gris que veo siempre más allá del cielo de cualquier parte del mundo. Y, con los años, también se incorporaron a Brétema las islas y los maravillosos atardeceres de Vigo. Brétema es mi Galicia vivida y es la Galicia soñada y añorada desde la distancia; el paraíso perdido, el lugar que se ama, pero del que también se huye cuando los recuerdos se convierten en dolor", escribió Mayoral en un artículo, tras salir a la calle el libro de Rivas.

Tanto Rivas como Mayoral publican en castellano en la editorial Alfaguara, que se vio obligada a terciar en la discusión entre dos autores de su cuadra: "Nuestra editorial lamenta enormemente esta polémica y aclara que la alusión a Brétema en la novela de Manuel Rivas es meramente toponímica. Por ello, no se consideró necesario advertir a Marina Mayoral de esta casual coincidencia".

"Me enteré tardíamente de esta polémica por circunstancias personales que no vienen al caso", explicó Rivas en un foro de internet, quien, en cuanto pudo, se puso al habla con Mayoral para manifestarle que la coincidencia es "fortuita y totalmente involuntaria" y le advirtió que "no se repetirá".

El autor de narraciones como El lápiz del carpintero o La lengua de las mariposas, llevada al cine con éxito por José Luis Cuerda, asegura que "en próximas ediciones, si las hay", utilizará otro topónimo que no pueda dar lugar a este tipo de reclamaciones o de suspicacias.

"No vine al mundo para luchar con Marina Mayoral, por eso decidí cambiar el nombre", dijo ayer Rivas, quien no quiso revelar el futuro topónimo, aunque avanzó que lo más probable es que opte por una denominación histórica.

"Son cosas que ocurren cuando uno se sumerge en un proceso creativo, siempre envuelto en brétemas", se excusa el padre de la ambiciosa novela Los libros arden mal, taducida a varias lenguas y de próxima aparición en chino.

Rivas asegura que, finalmente, encontró una "actitud comprensiva" en Marina Mayoral tras la conversación telefónica que mantuvo con la escritora hace días. En el mencionado foro de internet, la escritora aclara que "nunca había pensado que su intención (de Rivas) fuese apropiarse de Brétema".

"Como ya dije, ´son cosas que pasan´, pero cuando pasan entre buena gente, como somos los implicados en este caso, se pueden arreglar", manifiesta Mayoral, quien, tras agradecer a su "colega" y a la editorial Alfaguara "su buena actitud para resolver este tema", da por zanjada la cuestión.

Rivas explica que cuando estaba escribiendo Todo es silencio —Todo é silencio en el original, en gallego— barajaba varios topónimos posibles y decidió utilizar el de Brétema, que tan bien encaja con el argumento, entre otras cosas, por complicidad con su editor gallego de Xerais, Manuel Bragado, cuyo blog en internet es el plural "brétemas".

Entre los internautas, hay quien opina que Rivas "se ha apropiado a las bravas" del topónimo de Mayoral y argumenta que, "salvando las distancias", su Brétema es equiparable al Macondo de García Márquez, la Yoknapatawpha de Faulkner o la Celama de Luis Mateo Díez.

Será como sea pero teclear "brétema" en internet y salir de golpe 230.000 resultados es todo uno. Brétema nombra desde una tienda de ropa infantil a una agrupación poética o un grupo musical y hasta a una empresa de ocio y tiempo libre. También hay con ese nombre un pub, un restaurante y un centro de estudios. Incluso, hay una calle en Lugo que se llama Brétema.