-¿Por qué Sicilia?

-Por empecinamiento. Había ido muchas veces a Italia y muchas veces había planeado ir a Sicilia pero siempre pasaba algo que me impedía ir. Eso fue ya hace años -la primera edición de la guía salió en 1995-, entonces no había guías específicas de Sicilia en español y me hice una para el viaje. A la vuelta, un amigo médico que había publicado varias me presentó a su editora, le llevé mi proyecto, no me hizo ni caso y, en vez de rendirme, insistí.

-Su segunda tierra.

-Sí, voy casi todos los años y sigo las noticias a diario.

-'Terrible y bellísima'.

-La gente que conozca Sicilia entenderá lo de terrible enseguida. Es un sitio donde se reúnen todas las desdichas del sur. Es realmente una tierra difícil y hay gente que dice 'qué desastre es, qué mal está todo, qué sucio. Es el caos'. Es cierto pero para la gente que profundiza es un lugar fascinante, reflejo de nuestra historia y de todo el mundo mediterráneo. Leonardo Sciacia decía que 'Sicilia es el mundo'.

-'No es un viaje inocuo, nadie sale ileso', escribe usted.

-Unos vuelven quejándose, pero son una minoría; la mayoría se queda enganchada y repite, quizá porque no es un viaje fácil. No creo que la gente se quede colgada de un fiordo noruego como se queda uno colgado de Sicilia que, además, para los españoles, es como ir a ver a nuestros primos.

-El sur del sur, para Susan Sontag.

-Las diferencias sociales y económicas de España o Francia son una broma comparadas con las que se dan entre el norte y el sur de Italia. A medida que bajas, todos los indicadores empeoran, menos los de la belleza, que mejoran, y cuando se acaba la punta de la bota, empiezan otros problemas.

-¿La mafia?

-Ya no hay muertos por las calles de Palermo pero la mafia sigue viva.

-Berlusconi obtuvo su primera mayoría en Sicilia.

-Los que conocemos a muchos italianos nunca sabemos quién vota a Berlusconi. Nunca me senté a hablar largo y tendido con sicilianos que lo hayan votado aunque estoy convencido de que si nos reunimos diez, siete lo han hecho.

-¿Los mafiosos dirigen ahora los negocios por internet?

-Siguen actuando. Dicen que los fondos europeos para regiones deprimidas como Sicilia fueron desviados a la mafia, que tiene en las obras públicas uno de sus mejores negocios. El proyecto del puente sobre el estrecho de Messina, ahora paralizado, iba a ser un gran negocio para las constructoras, que están trufadas por la mafia. Y todavía funciona el pizzo (extorsión) para cualquier negocio. Ahora hay un movimiento, addiopizzo, para que la gente se niegue a pagar la mordida a la mafia. Muchos bares han sido quemados por no pagarla y tienen que tener siempre policía. La mafia está muy presente.

-¿Es perceptible?

-Para el turista, no. Cuando hacía la primera edición de la guía las autoridades de turismo me dijeron que eliminase el capítulo de la mafia ¡Menuda guía de Sicilia sería!

-La autovía que cruza la isla va por el aire, ¿sabe por qué?

-Es muy agradable porque es como panorámica. ¿Por qué? Cuanto más hormigón -dicen-, más dinero se lleva la mafia.

-Palermo, Siracusa...

-El colorido y el caos de Palermo... Faltan lustros -y no sé si lo conseguirá- para que sea declarada patrimonio de la Unesco, una ciudad con servicios sociales, regulación urbanística y un legado artístico bien conservado. La plaza central de Palermo tiene una fuente cuya restauración duró años y, una vez acabada, carece de iluminación, el reloj de la torre del Ayuntamiento no funciona, la fuente no tiene agua.

-Venda Sicilia.

-Decía Pla que Sicilia es un museo divino al aire libre.

-¿Es compatible con el turismo acelerado de hoy en día?

-La gente cree que es como ir a Mallorca o a Formentera y aquello es bastante inabarcable.

-Usted callejea, se mete en portales, investiga en los patios...

-Sobre todo me meto en donde no se puede entrar.

-¿Ha ido este año?

-No. Este año tengo bastante mono porque me impuse no volver hasta tener lista la cuarta edición de la guía. Espero ir en primavera, y tengo un argumento de mitómano: el hijo adoptivo de Lampedusa, Gioacchino Lanza, me invitó a su casa de Palermo. Me hace gracia que el heredero de Lampedusa me reciba, sólo por eso iré.

-¿Animado a hacer otra guía?

-Me lo propusieron y dije que ni loco. Del único sitio que la haría sería de Nápoles.

-¿Qué dice de la desaparición del Códice Calixtino, la primera guía de viaje europea?

-Quizá sigue en la catedral de Santiago. Hace años desapareció un caravaggio de un oratorio y no se recuperó. La policía está convencida de que no salió de Palermo.