Laura Sánchez (Fráncfort del Meno. Alemania. 1981), nació germana pero creció desde los dos años en Huelva, circunstancia que revela su acento. Tras ganar el concurso The Look of the Year en 1998, también cobró protagonismo por su relación con el futbolista Aitor Ocio y por su trabajo como musa de los modistos Victorio y Lucchino en su taller de Sevilla. Ha alternado la pasarela con la fotografía, ha intervenido en series de televisión y ha sido portada de revistas como Elle, Marie Claire, Hola, GQ y Woman, entre otras. Ahora, quiere cambiar de ángulo visual y experimentar detrás de la cámara.

-¿Cómo ve la moda actual?

-Es como un matrimonio, está en crisis. Le falta apoyo por parte de quien tiene que promocionarla. En la moda española hay gran talento y creatividad pero poco apoyo, necesitamos empujones. Francia e Italia nos llevan muchos años de ventaja, tenemos que ser realistas, no vamos a ser igual que ellos, pero se están dando grandes pasos.

-¿Una modelo española tiene todavía que trabajar fuera de su país para tener éxito?

-Lamentablemente, sí. En tu país se te quiere diferente. Es un poco triste porque hay mucha calidad en todos los ámbitos artísticos en España. Muchos extranjeros matarían por trabajar en nuestro país, no solo en la moda, sino en la música, en el teatro, en el cine o la fotografía. Y del deporte ya no hablemos, porque lo ganamos todo.

-Muchas modelos de renombre afirman que las modelos de hoy en día son muy efímeras. ¿Es una realidad o es pura competencia?

-Yo me considero todavía muy joven. Es verdad que las que vienen detrás empujan muy fuerte, pero hay trabajo para todas. Yo no puedo publicitar una crema para el acné, pero sí una crema para caras maduras, hay terreno para todas. Además a los cuarenta años es cuando mejor se está y todavía me quedan diez (risas).

-Las chicas del Este y las de Brasil no perduran tanto como las ya clásicas Naomi Campbell, Linda Evangelista, Cindy Crawford o Kate Moss...

-Hubo el boom de las supermodelos de los años noventa, cuando se creo el término top-model y ellas trabajarán siempre. Kate Moss se reinventa año tras año, ese boom no va a acabarse para ella. La verdad es que es un trabajo muy exigente, aunque desde fuera se vea muy bonito, agota demasiado y es difícil aguantar tantos años así. O eres tan conocida que puedes vivir tranquilamente y hacer realmente lo que te apetece y cuando te apetece, o es muy duro, porque trabajar siempre a un ritmo frenético durante años agota mucho, sobre todo el ajetreo de los viajes.

-¿Qué faceta le gusta más de la moda en estos momentos, la fotografía o la pasarela?

-Disfruto de las dos. Me gusta mucho la fotografía, me encanta estar delante de la cámara y quedar plasmada en las imágenes. La pasarela es más efímera, de un solo momento; me gusta mucho la adrenalina que conlleva, los nervios del momento y el estar en directo. Las dos cosas son enriquecedoras. La pasarela y yo vivimos una relación de matrimonio en crisis: con cualquier gesto de cariño me vuelvo a enamorar.

-¿Su carrera como actriz qué tal marcha?

-He aprendido mucho en poco tiempo, pero me queda bastante por hacer. He tenido grandes compañeros que me han enseñado muchísimo. Ahora estoy volviendo a retomar la interpretación.

-¿En qué anda metida esta temporada?

-Estoy en plena grabación de una serie para Telecinco que se emitirá en enero. Se llamará 2055. Detrás de la cámara tengo muchos proyectos, me he dado cuenta de que me gusta mandar, he sido mandada muchos años y ahora me toca mandar a mí y hacer levantar a los actores y a las modelos tempranito (risas). He hecho varios videoclips, algún documental y estoy rodando un spot benéfico para la Fundación Teodora con varias personalidades, a ver qué tal queda.

-Aparte de mandar, ¿qué más le gusta?

-Me gusta mucho la cámara tanto de fotografía como de vídeo, me gusta plasmar la luz. Así puedo hacer cosas tanto estáticas como en movimiento. Soy muy cotilla y siempre me ha gustado preguntar y averiguar, he preguntado a los fotógrafos cómo lo hacían y cómo funcionaba la fotografía. Hasta que me compré mi primera cámara profesional y fue mi ruina... La gente me dice '¡no me hagas más fotos!'.

-Hay directores que consideran que el cine necesita un cambio, sobre todo debido a la irrupción de las nuevas tecnologías.

-La tecnología no tiene que ser un arma de doble filo sino una herramienta para aprovecharla y utilizarla, ponerla a nuestro servicio. A mí la tecnología me da facilidades y las utilizo.