-Leería usted las aventuras del Capitán Trueno, supongo.

-De pequeño algunos cayeron, yo era devorador de cómics porque mis padres tenían una librería y cambiaban tebeos, que entonces se cambiaban, y yo devoraba los de Marvel, el Capitán Trueno, El Jabato...

-Con la que está cayendo ¿con quién la emprendería hoy el Capitán Trueno?

-El Capitán Trueno hoy no daría abasto del trabajo que tendría. No solo repetimos nuestros errores, sino que, además, los reforzamos. Siempre necesitaremos muchos capitanes truenos.

-¿A quién ve más en ese papel: a Rajoy o a Rubalcaba?

-¡Demonios! Nunca se me habría ocurrido ponerles el traje del capitán a ninguno. Cualquier gobernante que tenga que coger el toro por los cuernos necesitará un ejército entero.

-Dicen que hoy el Capitán Trueno sería un defensor de los derechos humanos. ¿Le ve en el 15-M?

-Seguro, el Capitán Trueno no estaría metido en los engranajes oficiales, ahí no podría trabajar ni defender libremente los intereses de los buenos.

-Es de los pocos héroes con novia oficial, que además gobernaba su propio reino.

-He podido hablar de este tema con el creador y la censura franquista le apretó los tornillos porque Sigrid y el capitán tenían una relación y no estaban casados y él puso excusas para que no le pusieran pegas porque en realidad lo que quería era expresar a través de Sigrid, que además era princesa de su reino, un apoyo a la independencia de la mujer, que en Europa era una corriente en alza y en España era aún inviable. Fue una relación adelantada a su tiempo.

-Dice que ha regresado a su infancia al componer la música de la película.

-Absolutamente. Este ha sido el secreto del éxito de esta partitura porque me dejé llevar sin poner resistencia a esa infancia, a esos viajes que hacíamos a través de las lecturas y eso fue lo que me dio la base emocional para hacer la música de esta película de aventuras.

-¿Se ha inspirado en Alicante para crear la banda sonora?

-Sí, elegí encerrarme en Alicante, no en un castillo ni en ninguna fortaleza escarpada. Un amigo me dejó este piso frente al mar, por una parte, y con el castillo de Santa Bárbara y el barrio viejo de Alicante, por otra. Ha sido como estar en una nube, en un faro, perfecto para tener luz y horizonte.

-Hay música durante toda la película. ¿No se habrá pasado?

-Yo le pregunté al director cuánta música quería en la película y él me dijo: "Todo el tiempo menos en el cartel de Fin", y así ha sido, aunque luego sigue con los títulos de crédito. Menos diez minutos, todo es música. Esto es Capitán Trueno. El Musical, como yo digo, así que espero verlo pronto en Broadway (ríe).

-¿Sería posible hacer esta película sin música?

-No, esta película sin la música... Como todas, la música es la mejor aliada de una película porque es el arte abstracto por excelencia y llega sutilmente al alma del espectador, al que le mueve las emociones sin que éste se entere. Ese es el secreto y yo siempre busco las emociones. Una película del Capitán Trueno sin música supondría un capitán menos heroico, menos épico.

-Es su décima banda sonora, ¿le darán el Goya algún día o ese premio está reservado a Alberto Iglesias?

-Si tengo que hacer caso a todos los que han oído esta banda sonora, está claro que me lo dan, pero eso lo dicen porque me aprecian y son buenos amigos. La verdad es que la Academia tiene una inercia imparable a darle Goyas a Alberto y este año está de nuevo con La piel que habito. Ahora no me preocupa lo más mínimo, porque el trabajo bien hecho es el premio. Ya me darán un Goya cuando haga una mala película... (ríe).

-¿Qué música formaría la banda sonora de su vida?

-Pues no lo sé, pero la verdad es que me ocurre muy a menudo que, por ejemplo, voy a comprar el pan y me pregunto qué música tendría ir a comprar el pan, o doy un paseo y me encuentro contigo por la calle y qué música debería tener. Estoy un poco estropeado ya y lo cierto es que toda mi vida es música.

-¿Y qué música le pondría al momento actual?

-Una de contraste fortísimo: música celestial y música disonante. Pese al momento malo, están ocurriendo cosas muy positivas, como el 15-M , las movilizaciones culturales y políticas...

-Como miembro de la SGAE, ¿a Teddy Bautista le dedicaría un réquiem?

-Sinceramente, pienso que Teddy no metió la mano en el cazo pero es cierto que ha habido una serie de desfalcos imperdonables y quizá debería de haber puesto el dedo en la llaga mucho antes. Apuesto por la renovación absoluta porque la imagen de la SGAE está muy dañada y, al contrario que en los políticos, que siempre siguen ahí aunque haya casos de corrupción, los autores debemos dar el ejemplo contrario. Hasta que se confirme todo, queremos una imagen limpia.

-¿Hay más cine en sus proyectos?

-Sí, tengo dos proyectos de música para dos películas, y este mes también se estrena en TVE la serie Tarancón. El quinto mandamiento, también de Antonio Hernández, con música mía.