-En Viejos conocidos encontramos a un Fran Perea en estado puro.

-Es un álbum que habla de mí y de todas las personas que me han acompañado en esta andadura musical, de gente que me ha dejado una historia y que me ha apetecido contar a través de una canción. Los conciertos son en un formato acústico, muy cercano, intentando que la música acompañe a las letras de las canciones.

-Este disco ha sido autoproducido por su sello. ¿Es que las discográficas controlan más la libertad creativa de los músicos?

-Ya había vivido la experiencia con las discográficas y me apetecía vivir otra diferente, más personal, que se pudiese amoldar a mi forma de entender la música. Ahora estoy muchísimo más a gusto. Ganas más o menos dinero o no ganas nada, pero es mucho más reconfortante y pleno.

-Acaba de estrenar la película De tu ventana a la mía en plena grabación de la serie de televisión Luna. El misterio de Calenda. No para.

-No paro. Me organizo como puedo, invirtiendo muchas horas de ocio en mi trabajo. Pero tal y como está todo puedo estar contento. La única receta para que salgan las cosas es con trabajo y perseverancia.

-Se define como actor-músico y ha hecho de todo en el mundo del espectáculo. ¿Asignaturas pendientes?

-Mi intención es seguir enriqueciéndome, es la meta.

-¿Cómo lleva la fama ahora, después de hacerse tan popular con Los Serrano?

-Vas aprendiendo con los años a saber entender el fenómeno fan e intentar que afecte lo menos posible a tu día a día. Como no hay un manual de instrucciones, tienes que aprender a desenvolverte y a veces te equivocas. Pero con el ensayo-error vas aprendiendo.

-Usted que trabaja en un sector tan afectado por los recortes económicos, ¿piensa que la solución a los problemas está en la tijera?

-La tijera no es la solución y sobre todo cuando todos estamos pagando impuestos y éstos se destinan a los bancos. Es de locos. El sistema en que vivimos choca cada vez más con la sociedad, con las personas que cada día se levantan para trabajar y sacar el país adelante. Va a haber una fractura gorda. Espero que la haya y que suponga un replanteamiento de este sistema. El Estado debe gastar ese dinero en lo público, que para eso está.

-Muchos aseguran que el 15-M ha perdido fuerza. ¿Lo ve así?

-La gente dice que no tiene fuerza, pero todo el mundo habla del 15-M, así que algo de fuerza tendrá. Al fin y al cabo es un movimiento ciudadano. Creo que es casi una actitud, una sensación general, está en nuestra piel. No puede ser que nos estén tomando el pelo de esta manera y que las políticas sociales hayan desaparecido y que el dinero público se destine a fines privados.

-¿Podría ser una herramienta clave para el cambio?

-Creo que sí. El 15-M debería ser una de las herramientas del cambio. Luchar contra el sistema y formar parte de él es inevitable, van unidos.