Ernesto Ekaizer (Buenos Aires, 1949) ha trabajado como periodista en La Vanguardia, Cinco Días, El País o Público, así como en medios audiovisuales. Autor de obras canónicas sobre Ruiz Mateos, Mario Conde o Pinochet -el trabajo en la monumental Yo, Augusto le valió el premio Ortega y Gasset-, celebra la octava edición de Indecentes, sobre la crisis como estafa.

-Para que se haga cargo del tipo de entrevista: ¿No debió usted advertirnos antes?

-Intenté advertirlo. En 2005, entrevisté a Paul Volcker, expresidente de la Reserva Federal, con el titular 'Esta situación económica y financiera no puede durar'. También ese año, Nouriel Roubini me contó los proyectos del FMI para acabar con el estado de bienestar en Europa. Y en 2008 escribí un artículo titulado El capitalismo de casino se ha terminado.

-¿Cómo salimos de ésta?

-Ya sabemos cómo no salir de esta crisis. No sirve el plan de ajuste de Zapatero de 2010, la gran traición en la memoria colectiva que crea un millón de parados en dos años. Y tampoco salimos con los cuatro planes de ajuste de Rajoy. Comparten la convicción de quienes atribuían armas de destrucción masiva a Sadam Husein. La neumonía no se cura con consolidación fiscal.

-Indecentes pero, ¿hay inocentes?

-No entre los dirigentes, aunque hubo quien pudo cometer 'fraudes inocentes', por utilizar la expresión acuñada por Galbraith. Hay que pensar en los clientes de Caja Madrid desde hace tres generaciones a los que enchufan una emisión de preferentes, asegurándoles que son depósitos de liquidez garantizada. Hubo directores de sucursales que también suscribieron preferentes y acciones de Bankia. Son los únicos inocentes.

-¿Cuál es la frontera de la revuelta social?

-Todo el mundo repite el tópico de que el 25% de paro la provocará. Puede haber correctores por el mercado negro, aunque Italia tiene una economía sumergida del orden del 30% y un paro del 11%. La reacción funcionará por acumulación. Rajoy no se desgastó en un plazo récord, porque nunca generó ilusión. Llegó como una desilusión, se votó contra Zapatero.

-¿A Rajoy le gusta gobernar?

-Es muy gallito y le gusta ser presidente, pero su vocación no es gobernar ni tiene visión histórica, por lo que representa a quienes le dicen lo que tiene que hacer, no a sí mismo. Ahí están Soria y Montoro, a bofetadas en la plaza pública. En los 400 euros a parados, el Ejecutivo actúa como si la crisis fuera a resolverse en seis meses, y no es una recesión clásica.

-¿Rubalcaba actúa de ministro en la sombra de Rajoy?

-Rubalcaba deja el Gobierno diez días antes de la salida de Bankia a Bolsa, por lo que ha apoyado la creación de ese Frankenstein, así como el nombramiento de Rato en Caja Madrid y la reforma de las cajas. Hoy hace lo que puede, dado el mecanismo estrafalario de sucesión que idean Zapatero y Rubalcaba.

-¿Felipe González es la solución?

-Es un mito. González declara que 'éste es el Zapatero que yo apoyo' tras anunciar recortes en mayo de 2010. En el fondo, está de acuerdo con el Rajoy de la austeridad. Ahora dice que el BCE ha de intervenir, pero cabría recordarle que él hizo el tratado de Maastricht, que decidió lo contrario. Que empiece por reconocer que se equivocó.

-Resurge su biografiado Mario Conde.

-Al haber escrito una trilogía sobre él, podría explicarle el personaje a quienes tenían 15 años en 1996. Ahora tienen 30, y desconocen casi todo sobre el exbanquero. Actualizando las cifras, Banesto supuso 8.000 millones de euros, Bankia necesita 23.000 millones.

-¿Habrá un Indecentes 2?

-Indecentes acaba preludiando la caída de Bankia. Habrá una continuación pero no te digo el título, porque te encantará tanto que lo escribirás.