-¿Cree que merecía volver a ser candidato del PSOE al Parlamento Europeo, siente frustración o trato injusto por parte de su partido?

-Mi sentimiento es el mismo que ayer, que hace una semana y que hace cuatro años. Respondo de mi trabajo, de mi compromiso, de mis ganas y de mi coraje para dar una batalla ideológica y política más necesaria que nunca, y esa batalla es europea. Es la que he estado liderando durante todos estos años al frente de la delegación. Si no tuviera ganas de continuar lo habría dicho, pero he expresado con total honradez que ese es un trabajo que alguien tiene que hacer y estoy dispuesto a hacerlo yo, y disponible para seguir haciéndolo. Hace semanas que se venía hablando de Valenciano o Jáuregui, es una decisión de la que no respondo, yo respondo de mi trabajo y mi compromiso, he cumplido con mi deber como siempre.

-¿Cree que no se ha valorado su trabajo, o que, valorándose, no da el perfil o está fuera del grupo de poder en la dirección federal del partido?

-Está fuera de lugar el interpretar que la decisión política del secretario general, y lo es la de señalar las cabezas de lista federales, y lo es por excelencia la lista europea porque es la única de ámbito estatal, tenga nada que ver con la calificación de mi trabajo desempeñando esta responsabilidad. El parámetro es otro, y yo lo acato, manifestándome siempre disponible para trabajar en el PSOE y por el PSOE, para obtener siempre los mejores resultados para el partido allí donde se me coloque. Pero la decisión del secretario general de proponer al número dos no tiene nada que ver con la valoración que de mí haga por el desempeño del trabajo que se me había encomendado. Yo respondo de mi trabajo. Los parámetros de la decisión de la cabeza de lista ha correspondido al secretario general, recibiendo el aval general de la Ejecutiva.

-¿Le han dado algún tipo de explicación sobre su relevo como cabeza de lista?

-Eso forma parte de los procesos internos de deliberación del secretario general, con el que por supuesto he conversado en distintas ocasiones.

-Valenciano dice que con ella, por ser número dos del partido, la lista gana peso político, ¿comparte este criterio?

-El criterio que comparto es que las elecciones europeas de mayo son más decisivas que nunca, porque la UE está en la mayor crisis de su historia y si no actuamos ahora para corregir la hoja de ruta desastrosa en que la ha sumido la mayoría conservadora en los últimos diez años será demasiado tarde después del 25 de mayo. Estoy de acuerdo con que hay que echar todo el peso político en esas elecciones, y a partir de ahí qué personas compongan la lista o qué persona la encabece, es una decisión que admite variables, pero que está zanjada con la decisión del secretario general y el conjunto de la Ejecutiva y no cabe sino saludarla poniéndose a trabajar.

-¿Le han garantizado su presencia en un puesto destacado de la lista?

-Sí. No es que me lo hayan garantizado a mí, sino que solo he recibido reconocimiento y aliento al trabajo que he hecho. No existe ningún indicio de que designar una cabeza de lista de plena confianza y respaldo del secretario general signifique ningún desmerecimiento de mi capacidad de contribuir a la lista y a la campaña, en la posición que se me encargue.

-¿Mantiene abierta la posibi- lidad de presentarse a las primarias del partido para la Presidencia del Gobierno, o este relevo para Europa le aconseja desistir?

-Siempre que se me ha preguntado sobre las primarias he respondido invariablemente que tengo una prioridad, que es cambiar la mayoría en el Parlamento Europeo de conservador a progresista, liderada por el PSOE y estar en ese trabajo desde la primera fila. Pero la decisión de primarias está adoptada y a partir de ahí se me ha distinguido por dos principios: primero por no enredar, y segundo por no excluirme. Y no me excluyo ni creo que sea exigible a quienes tenemos compromiso con el Partido Socialista.