Para el profesor José Luis Navazo la amenaza de recuperar Al-Andalus, España, es algo "culturalmente genético" a los musulmanes. El escritor niega que haya integración y advierte de que pronto estallará en España el problema de las segundas y terceras generaciones de musulmanes, como ya ocurrió en otros países de Europa. Asegura que asistimos a una remodelación de Oriente Medio, donde nada es lo que parece.

-El Estado Islámico amenaza con recuperar España para los musulmanes. ¿Es real esa pretensión?

-Las amenazas sobre Europa son antiguas y provienen incluso de una organización con la que parece que simpatizan muchos españoles y partidos de izquierda, como es Hamás, la sección ideológica de los Hermanos Musulmanes en Palestina. Es un tema recurrente, culturalmente genético, consustancial al islam ortodoxo. La estupidez europea no acaba de ver que nos han declarado la guerra. Y el Gobierno español promueve el recuerdo de los almorávides y almohades y el mal llamado diálogo de civilizaciones. Y los musulmanes piensan que nosotros tenemos el reloj, pero ellos tienen el tiempo.

-¿Es algo que apoyan todos los musulmanes?

-Es una herencia, forma parte de un imaginario histórico. Ellos no aceptan que estén donde están. Además, no existe integración. La segunda y tercera generación de los musulmanes en Europa ha fracasado, por errores nuestros y por la ideología de ellos. Y ese problema va a estallar pronto en España, como lo hizo en Francia o en Gran Bretaña. Hay un gran sector de jóvenes que está cayendo donde está cayendo. Hay 50.000 extranjeros luchando en la guerra contra Bashar al-Asad en Siria, una guerra bendecida por Occidente, en organizaciones como Al Nusra y que se van a usar contra el Estado Islámico. ¿Es el Corán el gran problema? ¿Es un libro que puede leer todo el mundo? Hay pasajes que hablan de violencia y de exterminación del enemigo. Quizá habría que preguntarse qué hay en él que incita a miles de jóvenes a tomar el camino del yihadismo.

-¿Y cómo se explica la presencia de jóvenes nacidos y crecidos en Europa en el Estado Islámico?

-Europa está embarazada no tanto del islam como del islamismo, y la única solución es aligerar demográficamente el continente de una gente que nos va a traicionar. El problema es que ya son europeos. La penetración del islamismo entre los jóvenes europeos me parece más preocupante que la amenaza del Estado Islámico. Sobra una cuarta parte de la población musulmana que no se va a integrar jamás. Y los conversos son los peores, porque necesitan demostrar que están integrados en su nueva religión.

-Hay quien ha mostrado, por ejemplo usted mismo, su preocupación por la extensión del movimiento Tabligh.

-Es un movimiento ambivalente, una organización pietista, pero también la primera base de islamización radical. Buena parte de los futuros terroristas yihadistas han pasado por el Tabligh. Los musulmanes están todos bajo sospecha. Y es que muchos de ellos, sin estar de acuerdo con el terrorismo, no se desmarcan lo suficiente, pensando que, al fin y al cabo, los radicales forman parte de la familia.

-¿Una cosa es el el salafismo y otra el salafismo violento?

-El salafismo es un movimiento que promueve volver a los antepasados, recuperar el pasado, y es fácil pasar a un pasado oscurantista. Para los salafistas, el islam ha entrado en decadencia porque ha olvidado su antiguo esplendor, y detrás de ese esplendor estaba el Califato. Por eso hay muchísimos musulmanes que apoyan el Califato.

-¿Hasta qué punto el EI no forma parte de la estrategia estadounidense de dividir Irak y Siria en tres estados: por un lado, los kurdos; por otro, los chiíes de Irak; y en tercer lugar, los suníes?

-Lo que veo es que la política de Estados Unidos no es ajena al auge del islamismo. El auge del terrorismo yihadista es un indirecto aliado de Estados Unidos. El yihadismo ha facilitado, ha abierto la puerta para una intervención continua de Estados Unidos en una zona muy sensible. Sin la disculpa del fuego no se llama a un bombero. ¿Por qué dejó caer Estados Unidos a Mubarak? Porque se negó a asentar a millones de palestinos en el Sinaí. Mursi dijo que sí. ¿A quién ha beneficiado la primavera árabe de Túnez, de Libia? No me creo nada. Estamos ante un gran intento de remodelación de Oriente Medio, apoyándose en la dinastía saudí y el wahabismo hanbalí, la cuarta escuela jurídica del islam, de la que se nutre el terrorismo. Para tener una cobertura política que permita actuar hay que crear conflicto en Nigeria, Malí, Níger...

-¿Debemos temer algo en España de Justicia y Espiritualidad, que parece extender su control sobre las mezquitas?

-Es el mayor movimiento de masas del Magreb, es una organización alegal en Marruecos, aunque se le permite moverse mientras no arme jaleo. Se sitúa entre el sufismo y los Hermanos Musulmanes y está enfrentado al salafismo. Tiene gran fuerza en Cataluña y Levante. Es un movimiento muy disciplinado, casi una milicia. En la emigración marroquí en España está teniendo gran apoyo. Han llamado a la unidad con el PJD, aunque éste es neosalafista y ellos no lo son. Son muy refractarios a la política. En el 20-F de 2011 aportaron mucha gente y dinero. Ahora están intentando relanzarse con partidos de izquierda. Desde que está el PJD en el poder, trabajan en la sombra, no arman tanto escándalo. Nadia Yasín, dirigente del movimiento e hija del fundador, Abdeslam Yasín, viaja mucho a EEUU.

-¿Peligra la corona de Mohamed VI?

-El rey, salvo por Justicia y Espiritualidad, no está cuestionado. El pueblo marroquí es muy conservador y tradicionalista. El marroquí está viendo cómo está el patio fuera y que las cosas están funcionando en Marruecos. Valora mucho el orden. El gran problema es la economía. Europa ya no puede financiar como financiaba a Mohamed VI y ahora tiene que pedir ayuda a las monarquías del Golfo. Eso significa más islamismo.