Francisco Delgado, presidente de Europa Laica, exmiembro del Consejo Escolar del Estado y presidente de la Confederación Española de APA, defiende que toda escuela financiada con fondos públicos sea neutral en materia religiosa o ideológica.

-¿Qué es Europa Laica?

-Es una asociación que nació en 2001 pero que empezó a extenderse a partir de 2007. Cuenta con grupos territoriales por toda España, Europa y ahora empiezan a crecer en América Latina. Tenemos unos 1.200 socios de cuota, y una gran expansión a partir de nuestra página web laicismo.org, y el boletín que se hace a diario y que se difunde a 40.000 direcciones de todo el mundo. Nuestra actividad se enmarca sobre la base de los Derechos Humanos que avala la Constitución española en su artículo 10, y sobre esa base venimos solicitando a los poderes públicos la laicidad de las instituciones, una separación real del Estado de las confesiones religiosas, como se viene haciendo desde hace tiempo en algunos países como Estados Unidos, Francia y Uruguay.

-¿Considera que España es un Estado confesional?

-Aquí en España lo que ocurre es que, a pesar de la Constitución, que marca la no confesionalidad del Estado, se siguen, sobre todo en el ámbito político, generando relaciones muy intensas con la Iglesia mayoritaria en España, que es la católica, y creemos que no es adecuado, porque eso concede muchos privilegios a esta religión, de todo tipo, simbólicos, económicos, tributarios... Nuestro objetivo es que sea una realidad la no confesionalidad del Estado.

-¿Qué acciones lleva a cabo Europa Laica para alcanzar dichos objetivos?

-Bueno, teniendo en cuenta que estamos en un momento propicio al haber elecciones el año que viene, y muy distintas de las que ha habido en años anteriores porque han surgido nuevas voces e ideas para acceder a estas elecciones, hemos preparado un documento con 30 medidas genéricas y 14 específicas para los municipios, que se pueden consultar en nuestra página web.

-¿En qué consisten dichas medidas?

-En cuanto a las medidas genéricas, habrá que modificar posiblemente algunas leyes, y anular el concordato, los acuerdos con la Santa Sede y llegar a otro tipo de acuerdos donde la Iglesia católica no tenga privilegios, ni ninguna otra confesión religiosa ni ideología particular.

-¿Y en el ámbito local?

-A nivel de municipios prácticamente no hay que hacer nada, las medidas son de actitudes, de comportamiento. Por ejemplo, que los alcaldes y concejales no deberían asistir oficialmente a actos religiosos en función de su cargo; que la Iglesia católica no debería ser privilegiada a la hora de inaugurar una plaza, o un centro público; o que los cementerios deberían ser todos civiles y no religiosos.

-¿Cree que es más laica la sociedad que la administración?

-Mucho más de lo que se pueda imaginar, la sociedad tiene una secularización profunda que contrasta muchísimo con la confesionalidad de los poderes públicos, en general, desde la judicatura hasta el ejército. No hay más que ver que la Legión acude oficialmente a las procesiones de Semana Santa, o que la Guardia Civil oficialmente también va a romerías, existen capellanes en los cuarteles...

-¿En qué se basa para afirmar que la sociedad española es fundamentalmente laica? ¿No considera que existe una fuerte tradición religiosa en este país?

-En los datos que nos llegan del Centro de Investigaciones Sociológicas de Presidencia del Gobierno. Se manifiestan católicos culturales el 70% de la población, pero si nos vamos a la pirámide de edad, entre los 16 y los 45-50 años descienden casi hasta el 50%. Y si nos vamos a quienes van a misa habitualmente o comulgan, los que practican, ya estamos en cifras que no superan el 25% en ningún caso. Otro ejemplo, en la declaración de la renta a través de la cual se financia en parte la Iglesia católica, solamente marca esa casilla el 32% de los contribuyentes, luego ya estamos situados en la media europea, donde uno de cada tres ciudadanos se sienten vinculados a una religión, Y si vamos al panorama educativo, cada vez hay menos niños que piden la asignatura de religión en la escuela.

-¿Es laico el sistema educativo español?

-No. Debería ser laico pero no lo es porque el Estado financia con los conciertos a escuelas de ideología católica, algo que no ocurre en ningún país de la OCDE en la medida que pasa en España, la mayoría de los centros concertados son católicos, y luego, la Iglesia sigue estando presente en el currículum cuando además en este momento el 50% del alumnado no pide religión.

-¿Existen diferencias por comunidades autónomas?

-Sí, hay diferencias territoriales. Por ejemplo, en el País Vasco muy poca gente pide religión, y sin embargo Canarias tiene uno de los niveles más altos de alumnos que solicitan esta asignatura, pero fundamentalmente en Primaria. Una vez que los niños pasan la etapa de la Comunión, empiezan a dejar de ir a religión y en Secundaria las cifras de chavales que piden no ir a religión crecen considerablemente.

-¿Cómo ve que sean los obispados los encargados del nombramiento del profesorado de religión en las escuelas laicas?

-Estamos en contra de que en los centros haya personas que den religión nombradas por los obispados, la escuela no es lugar para enseñar el catecismo, ya existen suficientes iglesias y centros religiosos de todo tipo para eso. En la escuela se puede abordar en el ámbito de la filosofía, en el de las sociales en general, los niños pueden aprender lo que significa el hecho religioso desde diferentes visiones, lo que significa agnosticismo, el ateísmo, las religiones en general, cuántas hay y de dónde vienen... eso está bien que los chavales lo conozcan porque es algo cotidiano, pero lo que es el catecismo, eso ya tendría que ser en el ámbito de las iglesias respectivas, con lo cual estamos en contra de que estas personas estén en los centros escolares.

-¿Qué acciones desarrolla la Plataforma en el ámbito de la educación?

-Hace años, incluso antes de que naciera Europa Laica, se promovió la campaña Por la escuela pública y laica. Religión fuera de la escuela, apoyada por unas cien organizaciones y aún está latente. Ahora intentamos actuar de lobby (grupo de presión) con los partidos políticos para que consideren que la escuela debe estar ajena a la religión, a la que sea. También ejercemos de lobby a través de nuestros grupos territoriales a los distintos partidos políticos de toda ideología para que vayan actuando en favor de la Constitución, la no confesionalidad del Estado; y además tenemos un plan de formación para los socios, hacemos jornadas anuales, nos relacionamos con organizaciones similares en el ámbito europeo y en América Latina. Trabajo no nos falta y, además, nosotros por nuestros estatutos no recibimos subvenciones, ni públicas ni privadas, y nos financiamos con la cuota de los socios, de 40 euros al año.