Y, por un momento, la prisa y la inmediatez se rinden y llega la calma. Es solo un instante, lo que tarda el obturador en cerrarse y abrirse de nuevo para dejar pasar la luz. En Reflejos de mar, el fotoperiodista -y jefe de la sección de fotografía de LA OPINIÓN- Víctor Echave captura esos momentos robados a la urgencia, en los que el mar, la luz y el color se alinean con el objetivo de la cámara para inmortalizar una realidad que se diluye en el ir y venir de las olas.

De las paredes de la sala de exposiciones el Casino Atlántico -en los jardines de Méndez Núñez- colgarán, a partir de mañana y hasta el 13 de abril, estas instantáneas de gran tamaño en las que Echave olvida a los que, a diario, protagonizan las fotografías que publica en este diario: los políticos y los carteles olvidados en las calles.

Cuando estos convidados habituales y, a veces forzosos, se quedan fuera del plano, se cuelan otros, más alegres y, aparentemente, inofensivos, que dibujan una realidad diferente a la que sale en el periódico.

Sin trampa ni cartón. El mismo ojo crítico que busca el ángulo exacto en el saludo efusivo de dos políticos que se han jurado internamente la guerra para que parezca que se están besando en la boca o el que escruta el camino por el que pasará un alcalde para inmortalizarlo al lado de un dibujo al que, a todas luces se parece, es el que, ahora, se deja llevar por los colores de las barcas que esperan panza arriba volver algún día al mar con la Torre de Hércules de testigo de su holgazanería mañanera; el que capta a los vecinos, boca abajo, en su paseo diario y el que llena, con el clic de su cámara, de cristales y galerías blancas el mar de la Marina y O Parrote.

"En esta exposición abandono la prisa y la búsqueda del instante decisivo, es un trabajo más relajado, en el que me encuentro con la tranquilidad del reflejo de los colores en el mar", explica Víctor Echave, tras el parapeto de su cámara, dejando atrás humos, teléfonos que no paran de sonar, accidentes, goles, ascensos, descensos, políticos, muchos políticos, y algún que otro cantante.