El PP salió ayer en defensa de la vicepresidenta primera del Congreso, Celia Villalobos, tras ser grabada desde la tribuna de prensa jugando al Candy Crush durante la intervención de Rajoy. La diputada Dolors Montserrat dijo que "la gente podía hacer lo que quisiese mientras escuchase". Por su parte, el presidente de la Cámara, Jesús Posada, también entró al trapo y aseguró que Villalobos sigue siempre con "enorme atención" los debates, aunque añadió que no es conveniente hacer "otras cosas" durante el desempeño de sus funciones. Otros compañeros de partido, como Pablo Casado, optaron en cambio por negar lo evidente, pese a las polémicas imágenes, que llevó a la oposición a echar más leña al fuego. PSOE y UPyD consideraron "absolutamente injustificable" la actitud de la diputada y por ello, creen, que "como mínimo, debería pedir disculpas". "No es de recibo que la persona que ocupaba la tercera autoridad del Estado, estuviese jugando con su iPad", dijo Antonio Hernando.