Javier Gutiérrez es uno de los actores del thriller El desconocido, rodado en A Coruña y desarrollado por la productora local Vaca Films. La película se preestrenó ayer en Los Cantones Village.

-¿Cómo ha sido grabar en A Coruña, una ciudad hacia la que ha expresado su cariño?

-Algo muy especial. Trabajar en casa siempre es especial, y más rodeado de compañeros: gran parte del elenco es gallego, con lo cual jugábamos en casa. A Coruña es un personaje más de la película, sale espectacular. Creo que los coruñeses se van a sentir muy orgullosos de su ciudad, porque queda muy bien retradada y va a llamar mucho la atención. Va a ser una muy buena tarjeta de visita para el que quiera conocerla y visitarla, y ha quedado muy bien fotografiada.

-El director, Dani de la Torre, mencionó que eligió un tono verdoso en la fotografía debido a que la ambientación es gallega.

-Sí, y se nota mucho en la película, que se va a disfrutar mucho en la pantalla. Siempre invito al espectador a ver las películas en el cine, creo que es mucho mejor verlas en una pantalla grande en una sala de cine que no en tu casa, en un ordenador. En este sentido es una de las películas que va a sorprender no solo por la historia en sí sino por la belleza de la ciudad y lo particular de su protagonismo en la película.

-¿Qué le atrajo del guión?

-La potencia de la historia. Más allá de entretenimiento puro y duro, hay un telón de fondo social, que tiene que ver mucho con la sociedad española y con la crisis económica. Me apetece que el cine sea un vehículo para contar este tipo de historias y el filme va a invitar a la reflexión y el debate además de entretener al espectador. Tiene lo mejor del cine americano y lo mejor del cine patrio, que es contar ese cine social, un espejo de la realidad.

-¿Y lo bueno del americano?

-La espectacularidad. Los americanos saben hacer la acción como nadie; también disponen de unos medios que nosotros no tenemos. Pero en este caso es tal el talento y la sabiduría de Dani de la Torre, aunque sea su primer largometraje tiene tanto oficio, que todos los espectadores han salido gratamente sorprendidos. Puede tratar de tú a tú a muchas producciones americanas. Cuando la vean Estados Unidos querrán rápidamente comprar los derechos para un remake.

-¿Hay buenos y malos?

-No hay blancos ni negros, hay muchos colores, y nada es lo que parece. Ni el bueno es tan bueno ni el malo es tan malo. Es una película poblada por seres humanos con sus contradicciones, sus aciertos y sus desaciertos. Muchos espectadores van a toma partido por un personaje y otros por el otro. Por eso quería invitar a la reflexión, al debate y cada cual tendrá su postura y su moral y su ética. No va a dejar indiferente a ningún espectador.

-¿Qué es lo mejor que tiene su personaje?

-Me gusta el que los personajes, tengan colores, que uno pueda matizar, trabajar al lado del director y aportando cosas más allá del guión. Estos personajes, el de Tosar, el de Goya, el de Elvira Mínguez, el de Fernando Cayo, que hay un reparto estupendo, tienen mucha miga y al actor le permiten escarbar.

-¿Qué tal fue la relación con los compañeros de rodaje?

-Muy buena. Ha sido un placer trabajar con ellos. Tenía muchas ganas de trabajar con Tosar. Si ya verle en pantalla es un lujo, trabajar con él mano a mano es un regalo.

-¿Qué tal se siente manejándose en el cine de género?

-Muy a gusto (ríe). Últimamente he hecho un par de películas de género, y empiezo la semana que viene a grabar otro thriller con Tosar, Plan de Fuga. No quiere decir que deje de hacer comedia ni drama. Pero surgió así y me siento muy bien en la piel de estos personajes. Me divierte mucho y me apetece ver historias así en la pantalla.

-¿También disfruta el thriller

-No solo yo, es un género que sabemos hacer muy bien aquí. El espectador es cómplice de esas historias y de la calidad que atesoran.

-En la televisión se le conoce sobre todo por la comedia. ¿Es una buena cantera actoral?

-La comedia es lo más difícil para mí, y para muchísimos actores. La comedia son palabras mayores, es algo muy serio (ríe). Claro que es buena cantera. Hacer comedia en televisión es un esfuerzo titánico y de una dificultad añadida. Se trabaja a un ritmo frenético y da mucho gusto ver buenos trabajos. Es un buen entrenamiento.

-¿Qué retos le quedan por afrontar en la interpretación?

-Todos, absolutamente todos. Disfruto mucho de mi trabajo pero no dejo de aprender constantemente. Cada película, cada capítulo, cada obra de teatro es como un examen que tienes que superar. Soy muy exigente, nunca me doy por vencido y siempre creo que se pueden mejorar cosas, que puedo aspirar a mejores papeles o a trabajar con un director o con un compañero. Tengo muchas cosas por hacer.

-¿Alguna anécdota del rodaje?

-Teníamos pocas horas para rodar con un trasatlántico, faltaban planos y el barco se iba. Pasa mucho en las producciones españolas: tenemos que remar contra viento y marea y en este caso nunca mejor dicho. Luego sse pudo grabar con el buen hacer de Dani de la Torre.