Andrea González (Tui, 1984) inició sus estudios de piano a los 8 años y cuenta con destacados premios internacionales. Combina la interpretación y la docencia con la gestión cultural, ha cursado estudios en el Conservatorio Giuseppe Verdi de Milán y la Accademia del Teatro alla Scala y es la fundadora del Festival IKFEM de su localidad natal.

Tras investigar la figura de Salvado, el pasado día 26 pudo interpretas sus piezas en el colegio femenino de St. Gertrude, al lado de la iglesia donde se encuentran sus restos. "Estaba muy emocionada. Antes del concierto puede tocar en el piano de pared que tienen al lado de la tumba para los servicios religiosos su Salve Regina, la pieza que él solía cantar en momentos de dificultades y en su lecho de muerte en Roma. Fue un momento de inspiración que jamás podré olvidar", reconoce.

También tocó otra de sus obras para el embajador en la sala de música de la abadía y en el mismo antiguo piano donde el alemán Wihelm Backaus ofreció conciertos junto al guitarrista español Andrés Segovia. Andrea fue invitada por los 12 monjes a a interpretar el Salve Regina en la misa del Domingo de Pascua. "He investigado en sus archivos, pero como más he aprendido ha sido conversando con ellos. Especialmente con Dom Robert Nixon. También es músico y compartió conmigo muchas anécdotas de Salvado y la abadía e incluso partituras antiguas. Otro monje imitaba las danzas de los aborígenes y relataba historias de la misión en Kimberley. La biblioteca es preciosa y tiene una amplia colección de libros españoles traídos por Salvado, entre ellos ¡un Corán! Me sorprendió la cantidad de gente que visita cada día la abadía, donde también hay un museo y una inmensa colección de instrumentos de viento y cuerda", revela.