En los últimos años el cine de superhéroes se ha convertido en una invasión en toda regla y crece tanto el número de películas como la cantidad de protagonistas de cada cinta, como ocurre con la recién estrenada Capitán América: Civil War, que bate récords con doce genios. Nada que ver con las primeras grandes adaptaciones cinematográficas de estos personajes de cómic, como Superman (1978) o Batman (1989), donde había un único protagonista. Pero con los años y una vez que los productores descubrieron el filón que tenían con la ingente cantidad de superhéroes que nunca habían sido llevados al cine, el aumento de las películas y de sus protagonistas ha sido exponencial.

Tras ese temprano éxito del Superman de Christopher Reeve y la saga de Batman -interpretado por Michael Keaton, Val Kilmer y George Clooney- hubo algunos intentos fallidos, como el Capitán América de 1991 o Los cuatro fantásticos de 1994. Fue Blade (1998), con una mezcla de acción y de terror y con Wesley Snipes como protagonista, la que daría comienzo a la edad de oro cinematográfica de los superhéroes. Luego empezaron a saltar al cine personajes como los X-Men, Spiderman (ya lleva dos sagas completas y el año próximo se inicia la tercera), Hulk, Hellboy o Los Cuatro Fantásticos, sin olvidar las tres entregas de Batman dirigidas por Christopher Nolan y protagonizadas por Christian Bale, que fueron un salto cualitativo en este subgénero. Pero fue Iron Man la que marcó el punto de inflexión en lo que a cine de superhéroes se refiere. Mezclaba acción y humor más que en películas anteriores y los productores tuvieron el acierto de contratar a un gran actor que arrastraba muchos problemas, Robert Downey Jr. Se estrenó en 2008 y fue un gran éxito de taquilla, además de marcar el camino a los superhéroes que le sucederían. Enormes producciones, grandes efectos especiales y humor fueron la nota dominante de las tres entregas de Iron Man, las dos de Thor, o las de Spiderman. Llegaron al extremo de la parodia dos de las mejores películas del género, Guardianes de la Galaxia (2014) y Deadpool (2016), mientras que El hombre de acero (2013) recuperó la seriedad de Superman con mucho más espectáculo, y Capitán América: el primer vengador (2011) perdía fuelle. Pero la avalancha de películas de superhéroes en los últimos años obligaba a buscar algo diferente para el público y ahí entraron los invitados especiales.

Aparte de los X-Men, que siempre son muchos, cada película de superhéroes empezó a ser multitudinaria. Y no solo Los vengadores, que reúne a varios de los personajes más característicos de Marvel, sino cualquier otro título. Pero en Capitán América: Civil War, los superhéroes han pasado a ser multitud. Y como cada uno de ellos ya tiene su legión propia de seguidores, los momentos brillantes se multiplican en la película.

Vision (Paul Bettany), Scarlet Witch (Elizabeth Olsen), Black Widow (Johansson), Hawkeye (Jeremy Renner), Falcon (Mackie) o War Machine (Don Cheadle), todos tienen su espacio. Aunque además del Capitán América, hay tres que roban todas las escenas a los demás: Iron Man (Downey Jr), Spiderman (Tom Holland) y Antman (Paul Rudd).