Segundo Píriz (Villanueva del Fresno, Badajoz, 1963) es rector de la Universidad de Extremadura y presidente de la CRUE (Conferencia de Rectores de las Universidades Españolas). Ayer anunció el principio de acuerdo que existe con el ministerio para transformar la reválida de Bachillerato en una prueba semejante a los exámenes actuales de acceso a la Universidad (PAU). Píriz cursó los estudios de Veterinaria en la Universidad de Córdoba, donde también se inició en la docencia e investigación. En el año 1986 se incorporó a la Universidad de Extremadura con un contrato de profesor asociado. En el año 2000 se hizo con la cátedra, en el área de conocimiento de Sanidad Animal en la facultad de Veterinaria de la Universidad de Extremadura. Desde 2004 hasta julio de 2010 ocupó el puesto de vicerrector de Coordinación y de Relaciones Institucionales. Tras ganar las elecciones celebradas el 1 de diciembre de 2010, tomó posesión como rector de la Universidad de Extremadura. En 2014 fue reelegido y desde noviembre pasado es presidente de la Conferencia de Rectores.

-Retos de la Universidad para el nuevo curso.

-No podemos estar al vaivén de los cambios de gobierno, la educación superior hay que pactarla entre todos porque es un proyecto de Estado y necesitamos del apoyo y el consenso de todos los partidos para no cambiar la ley cada cuatro años.

-Cuando tomó posesión apelaba a una mayor autonomía universitaria, ¿es posible?

-Yo creo que no solo es posible sino que además es necesario. Nosotros vamos a pedir que se suprima la tasa de reposición precisamente para que sean las propias universidades, sobre la premisa de no gastar más de lo que tienen, quienes decidan si quieren sacar más o menos plazas. Eso es un ejemplo de autonomía universitaria. Las universidades queremos una coordinación por parte del Gobierno pero también una flexibilidad porque las universidades de nuestro país son muy heterogéneas, hay públicas y privadas, las hay públicas que son únicas en su comunidad y otras comunidades autónomas con varias públicas con hasta 10 como Andalucía o seis como Madrid.

-¿A cuántas plazas aspiran a llegar con la anulación de esa tasa de reposición?

-La realidad es que en este momento las universidades españolas tenemos un grupo de compañeros y compañeras acreditados muy amplio. En Extremadura hay más de 100 profesores acreditados para ser catedráticos y otros tantos para profesores titulares. Este año con la tasa de reposición al 100% podremos convocar 22 de catedrático y 22 de titular pero ¿y si quisiéramos que fueran 25 o 28? Esa flexibilidad la necesitamos porque hay muchos compañeros que han hecho un esfuerzo durante mucho tiempo, que han desarrollado una carrera y ahora ven serios obstáculos para que se reconozca ese esfuerzo de tantos años.

-¿Cómo puede contribuir la Universidad al desarrollo del tejido productivo?

-Yo reivindico el papel de las universidades a la hora de ayudar a cambiar el tejido productivo. Hace un par de meses presentamos el observatorio de la empleabilidad y empleo universitario y lo que vemos es que esos datos son difícilmente soportables. En ese estudio se demostraba que un 47% de los españoles de menos de 25 años estaban en situación de desempleo y cuando tenían un título universitario el porcentaje de desempleo era del 34%. Así difícilmente podremos soportar el estado de bienestar que tanto esfuerzo nos ha costado conseguir. Por tanto, creo que desde las universidades tenemos que hacer un esfuerzo importante para hacer llegar a la sociedad los resultados en investigación.

-¿Son aceptables los niveles de producción científica de las universidades españolas?

-Un 3,4% de la producción científica mundial sale de España. Estamos en la novena o décima posición mundial en publicaciones científicas tanto en cantidad como en calidad pero apenas producimos el 1% de las patentes de todo el mundo. Ahí tenemos que hacer un ejercicio de reflexión, tenemos que transferir más a nuestras empresas y los gobiernos tienen que favorecer mediante medidas fiscales y leyes la creación de empresas de base tecnológicas basadas en el conocimiento que permitan generar nuevos puestos de trabajo tan necesarios ahora.

-¿Cómo se puede mejorar la proyección de los jóvenes investigadores?

-Creo que la carrera investigadora debe estar al margen de la carrera docente. Deberíamos definir en España una carrera investigadora. Hay que recordar que dos tercios de la producción científica total del país se hace en la Universidad pero lo que vemos los rectores es que la situación es bastante complicada porque en los últimos años los investigadores cada vez encuentran más dificultades para incorporarse a las universidades.