María Vallet (Las Palmas de Gran Canaria, 1946) no cabe en sí de gozo tras la concesión de un fondo europeo de 2,5 millones de euros para proseguir con las investigaciones que está llevando a cabo el grupo de trabajo que lidera en la Universidad Complutense de Madrid. Estos fondos se otorgan a proyectos que destaquen por un alto grado de innovación, como el que está implementando el equipo de Vallet: una nanopartícula que transporte fármacos a aquellas células que estén infectadas de cáncer.

-¿En qué consiste el proyecto que están llevando a cabo?

-Estamos desarrollando un nanotransportador múltiple que se adapte a una medicina personalizada, porque no todo el mundo necesita lo mismo y los cánceres pueden ser de muchísimos tipos, por lo que es importante poder personalizar y poder llevar únicamente a donde hace falta la dosis correcta del fármaco que es el apropiado para esa persona y esa enfermedad. Cada cáncer es distinto, tenemos que implementar la medicina personalizada.

-¿Cuál es la gran diferencia respecto a los tratamientos actuales?

-Es una alternativa, actualmente hay pocas opciones. Si el tumor está en un lugar concreto, determinado y operable, el cirujano no se complica, opera y lo quita; sin embargo, en los casos de metástasis eso no es posible. Ese es el primer reto importante. Por otro lado, si es necesario el uso de quimioterapia o radiología, lo que haces realmente es bombardear todo el organismo para que únicamente llegue una parte mínima, y en ocasiones ni siquiera eso, al lugar al que tiene que llegar. Nosotros lo que hacemos es realmente todo lo contrario, insertamos dosis muy pequeñas de fármacos que lleguen solo a donde tienen que llegar, y una vez que se encuentran dentro de la célula poder, con un sistema inteligente, un estímulo, abrir las compuertas de esos nanotransportadores y que suelten allí el citotóxico.

-¿De qué plazos podríamos estar hablando?

-Hay mucha gente que está ya trabajando en esto. Nosotros llevamos un gran trecho avanzado, hasta el punto de que contamos ya con resultados en vivo, gracias a oncólogos que están probando nuestras nanopartículas; o sea, que no es una cosa que se quede en el aire. Lo que es realmente innovador en este proyecto es el multisistema que hemos diseñado pensando en poder realizar una medicina personalizada. Para que se haga una idea, el concepto que yo desarrollé en ese proyecto, gracias al bagaje que ya tenemos, era fabricar una especie de caja de herramientas donde tengamos todo lo que haga falta para que cuando el oncólogo diga: 'Tengo un paciente con estas características, necesito esto', se pueda montar como un Lego, personalizando la nanopartícula para un tipo de problema u otro. La idea es que después de los cinco años de trabajo se pueda montar una empresa para ello de fabricación bajo demanda, es decir, medicina personalizada.

-Otra de las líneas de trabajo del grupo pasa por intentar reducir las infecciones en las prótesis.

-Así es. Fíjese que la tasa de infección de prótesis, aunque varía de un tipo de prótesis a otra, está en torno al 2%. Si lo piensa, es muchísimo, porque hoy en día se pone una gran cantidad de prótesis. Siempre pongo el mismo contexto, para reflexionar. En el año 1950 se puso la primera prótesis de cadera en Oxford. Antes de eso, la persona a la que se le rompía la cadera se metía en la cama hasta que se moría, que no solía ser mucho más tarde. Fíjese cómo ha cambiado eso, cuánta gente de todas las edades se pone prótesis de cadera. Por ello, lo que estamos viendo es qué tratamientos podemos hacer en la superficie de las prótesis para evitar que se adhieran las bacterias. Y, por otro lado, una vez que las bacterias hagan acto de presencia, cómo podemos matarlas. Así queremos llegar al 0% de infecciones.

-La tercera línea de investigación pasa por la regeneración de tejidos.

-Utilizamos la llamada biocerámica. Por ejemplo, cuando se rompa o falte un hueso, ponemos una pieza o relleno de estas características, y la idea es que vaya desapareciendo al tiempo que se va formando el nuevo hueso, y al cabo de unos meses ya no quede ni rastro del material que hemos introducido, solo nuevo hueso, es decir, regeneración de tejidos.

-¿Hacia dónde va el futuro?

-No sé hacia dónde, solo sé que va como una bala. Si en el año 1950 se puso la primera prótesis y hoy en día la gente ya ni cuenta la cantidad de ellas que lleva, que se ponen incluso en ocasiones con excesiva ligereza, piensas en que algo que hace sesenta años apenas existía ahora es casi como tomarse un café con leche. Si piensas en cuánto han corrido todas estas cosas, todo esto que le estoy contando, que está ahora en investigación, yo espero que sea una realidad muy pronto.