A lo hecho, pecho y pedir perdón es la única solución ante las numerosas y divertidas meteduras de pata en las redes sociales que a veces se pagan muy caras, según la recomendación de Manuel Moreno en su hilarante libro sobre los fiascos más sonados en internet .A lo largo de las 307 páginas de Yo también la lié parda en internet (Alienta), este periodista, considerado uno de los más influyentes de la red en España, desgrana las torpezas más curiosas y los errores que dieron la vuelta al mundo para convertir a sus autores en el hazmerreír del momento. Fundador de TreceBits.com, la web más importante en lengua española sobre internet; Moreno aconseja aplicar siempre el sentido común para no tener que arrepentirte de tus mensajes y desde luego: "Si bebes, no tuitees". De los disparates en la red va esta entrevista.

-Dígame, señor Moreno, ¿cuál es la metedura de pata en las redes sociales que más le ha divertido de cuantas trata en su libro?

-Una de las que me parece más curiosa es la de Paula Vázquez, quien sin quererlo tuiteó su número de teléfono con lo que los usuarios que lo vieron se dedicaron a llamarla hasta bloquearle el terminal.

-¿Cómo reaccionó?

-Mal porque se vengó publicando ella el número de teléfono de los que la llamaban. Se produjo una gran crisis 2.0, una crisis de reputación online.

-Bisbal se sorprendió de ver tan poca gente en las pirámides de Egipto, no pudo reprimirse y se lo contó a todo el mundo.

-Publicó una foto en Egipto en la que lamentaba que hubiera tan poca gente en las pirámides. ¡Normal! Hacía pocos días que se había producido un atentado. Aún hoy en día existe el hashtag turismobisbal.

-También usted la ha liado parda, ¿verdad?

-Como todos y he aprendido que cuando uno mete la pata, lo mejor es pedir perdón.

-Una multinacional de cosméticos llegó a despedir a una joven belga recién fichada porque retuiteó una foto suya junto a un antílope que había cazado. ¿Así nos jugamos el puesto de trabajo en Facebook?

-Así es. No nos damos cuenta de que cuando publicamos algo sin configurar nuestra privacidad el mensaje que lanzamos nos puede hacer perder hasta el trabajo. Antes de lanzarnos a escribir en las redes sociales es mejor pensar bien lo que se va a decir para no comprometer nuestro futuro. Es importante también comprobar la ortografía para no trasladar una mala imagen de uno mismo. Y, sobre todo, si bebes no tuitees.

-¿Qué episodios chuscos ha protagonizado Sergio Ramos?

-De todo tipo. Una vez escribió que iba a jugar de medio-retrasado y en otra ocasión felicitó a las chicas de la selección femenina de waterpolo por una victoria que habían logrado veinte días antes pero que él creía que estaba viendo en directo.

-¿Cómo gestionó Guillermo Zapata su metedura de pata con los judíos?

-A Zapata esos tuits le supusieron dejar de ser concejal de Cultura de Madrid. Él quiso quitar hierro al asunto pero poco después salieron otros tuits en los que se metía con Irene Villa. Todo lo que se publica en Twitter se queda en internet así que cuando uno mete la pata aconsejo no borrar el tuit.

-¿Resolvió bien el exportero de fútbol Cañizares el problema de la difusión de las fotos de su mujer en la ducha?

-Tuiteó una foto de su mujer en la ducha pero dijo que no había sido él, sino que lo había hecho su hija de tres años. Ante este tipo de meteduras de pata siempre es bueno tener un niño cerca para echarle la culpa. Fátima Báñez y Monago también lo hicieron cuando les descubrieron jugando al Candy Crush.

-Sergi Guardiola fue descartado como fichaje del Barca en cuanto se descubrió un tuit suyo de hacía tiempo en el que decía "Hala Madrid: puta Cataluña". ¿Dejó entonces de ser un buen futbolista?

-No, y de hecho a los diez días le contrató el Athletic de Bilbao. Este caso demuestra que las redes sociales son herramientas muy positivas que no nos han enseñado a utilizar. Hay quien ha perdido el trabajo por decir que está de baja médica y haber colgado en Facebook fotos suyas disfrutando de Lanzarote.

-¿Qué le ocurrió a Julio Rey que había tuiteado "Puto Dépor; puta Riazor" cuando fichó por el Deportivo?

-Lo mismo que a Guardiola, pero este sí que se quedó sin trabajo.

-Esperanza Aguirre declaró a la prensa que había sido ella quien destapó la trama Gürtel. ¿Qué le replicaron los tuiteros?

-Se hicieron toda clase de bromas con el hashtag Aguirrefacts.

-¿Cómo reaccionó Esperanza Aguirre?

-Se sumó a la broma y publicó "yo también inventé la canción de cumpleaños feliz y se la canté a Rubalcaba". Esperanza Aguirre supo apagar el fuego de su torpeza.

-Más sol y menos educación podría ser el eslogan de Ana Rosa Quintana.

-Estaba viendo un programa sobre la excelente educación que se imparte en Finlandia y dijo: "Sí, claro pero qué pasa con las tapitas y el sol". Se le echaron encima. La lio por no darse cuenta del poder de las redes sociales.

-¿Por qué estamos tentados a caer en el error que suele acarrear la inmediatez en Twitter?

-Porque nos falta templanza y nos dejamos llevar por el calentón del momento.

-Los errores de los usuarios de las redes tienen mucho morbo, ¿verdad?

-Sí. Es por lo mismo que nos reímos cuando vemos a alguien tropezar por la calle.

-Pero si se pierde la inmediatez quizá se renuncia a la esencia de las redes sociales...

-Las redes sociales no significan que tengamos que contestar al segundo. A veces es bueno contar hasta 10 y no hacer como Carmen Lomana que publicó que Botín había muerto meses antes de que falleciese.

-¿Sustituyen los hashtags a los motes o insultos tradicionales para ridiculizar nuestros errores?

-En cierta manera sí, pero la repercusión de los tuiteros no siempre te lleva al infierno del ridículo, te puede catapultar también al éxito.

-¿Tendremos que contratar un community manager cada uno para que gestione nuestra presencia en las redes sociales?

-No. Tenemos que ser responsables de nuestras redes sociales y sobre todo no querer estar en todas. En Linkedln por ejemplo es mejor no estar que tener la página desactualizada.

-¿Qué nos está aportando el Periodismo 2.0?

-La histórica oportunidad de darnos a conocer por nuestro trabajo en todo el mundo. Nunca antes habíamos podido llegar a tanta gente ni ver simultáneamente sus reacciones.