-En su último disco, Algo prestado, firman versiones de músicos como Peter Gabriel, Jackson Browne, Nick Lowe o Albert Hammond. ¿Por qué esas canciones concretas?

-Elegimos con el criterio de que nos gustaran, que la adaptación estuviera bien, que sonaran a Los Secretos y, lo más importante, que nos dieran los permisos los administradores de los derechos. Eso fue lo más complicado de todo. Podríamos haber elegido otras, pero estas están bien.

-¿No se quedaron con las ganas de intentarlo con algún tema de Dylan, Van Morrison, Neil Young o Springsteen?

-Por lo que contaba antes. No nos imaginábamos que pedir un permiso para adaptar un texto fuera algo tan complicado, lento y frustrante. Piense que primero hay que elegir la canción, luego trabajar en la adaptación y, por fin, grabarla... Bueno, pues lo más fácil es que, después del trabajo hecho, te den permiso. Sin embargo, simplemente te dicen que ¡no! Precisamente con algunos de los que sugiere nos pasó exactamente eso. O simplemente hay artistas que no quieren que se cambie ni una coma, mucho menos de idioma.

-La portada del disco es un homenaje al Born to Run de Springsteen. ¿Ha tenido la oportunidad de leer su autobiografía? ¿Sería capaz de hablar tan abiertamente, contar sus debilidades, en un libro como hace Springsteen?

-Aún no he tenido la oportunidad de leerlo... Pero si haces una biografía, en realidad es para contar cosas que la gente no sabe... Yo soy bastante pudoroso y no creo que fuera capaz de ser tan abierto o explícito con mis cosas.

-Ahora, con todas las radiofórmulas y como está montado el negocio, es difícil que un joven de 15 años pueda escuchar esa música en una radio y descubrir a esos tipos. ¿Realmente ha progresado la industria de la música?

-El problema está en la misma pregunta. Usted nombra industria para hablar de música. Es algo que damos por sentado y admitido, pero que ha destruido mucho tejido cultural solo en nombre del euro o dólar. En los años sesenta y setenta las discográficas eran regentadas por músicos o amantes de la música. Al final de los setenta, cuando se empezaban a vender discos por millones, las multinacionales compraron todas estas empresas, empezando el declive hacia donde hoy estamos. En respuesta a la pregunta: no, no solo no ha progresado si no que ha habido una involución. En vez de invertir en nuevos artistas, están encapsulados en sus catálogos maravillosos y negociando con las plataformas digitales y dando la espalda a nuevos talentos.

-Se habla mucho de las crisis del negocio musical por las descargas de internet, el IVA cultural, etc. Pero ¿qué ha hecho la industria por salvar su propio patrimonio cuando se promociona un estilo de música -pop comercial, reguetón, etc.- más parecido a la comida rápida?

-Es poco espacio para una pregunta tan larga, pero es el consumo el que marca el mercado. Y sin cultura, solo pensando en el consumo, queda el negocio y poco más.

-Con esas referencias musicales tan marcadas por el rock, que imagino marcaron su introducción a la música, ¿cómo encajaron en el circuito del Madrid de los años 80, de nueva ola y en plena Movida?

-Siempre he pensado que Los Secretos hemos sido lo que hemos sido gracias a un buen puñado de canciones. Las etiquetas no las inventamos los músicos. No creo que Los Secretos encajaran en ninguna de estas palabras: ni new wave, ni Movida. Solo éramos un grupo que tocaba y componía sus canciones.

-De la Movida se habla con mucha añoranza, pero ¿se sobredimensiona todo cuando se habla de esa etapa?

-En realidad, fue una época donde la música explotó en la vida de miles de jóvenes, cientos de grupos salieron de la nada y muchos aún seguimos. Algo especial pasó. Llámelo Movida o simplemente despertar. Pero lo que pasó fue genial y no creo que vuelva a pasar en los próximos años.

-¿Fue la Movida, principalmente, un movimiento de niños bien de Madrid? ¿Tapó a otros grupos u otros estilos que no encajaban en ese perfil?

-No fue de niños bien. De las bandas que yo conozco, pocos eran niños bien. Había todo tipo de estilos y grupos. Y no solo de Madrid, piense en Galicia, Valencia, León. De todos lados salían grupos nuevos.

-¿Cuánto de aquella época, de ese poso, ven ustedes en el panorama nacional de la música pop actual?

-No soy el más informado de lo que se está haciendo actualmente y lo siento. Pero no veo similitudes de lo de hoy con aquello. Es normal que algo de toda esa música de los ochenta haya calado a algún grupo, intérprete o solista. Pero en líneas generales, no reconozco similitud.

-¿Cómo cree que han envejecido sus primeras canciones?

-Pues muy bien, la prueba es que hay gente muy joven en nuestros conciertos. Nos siguen pidiendo esos temas siempre.

-¿Y para cuándo un nuevo disco de Los Secretos?

-Esperamos sacar nuevo disco en el 2017. Estamos componiendo en estos días.