Francesco Tonucci, investigador en el Instituto de Ciencias y Tecnologías de la Cognición del Centro Nacional de Investigación italiano es célebre por su proyecto La ciudad de los niños, que puso en marcha en 1991 en Fano, con el que pretendía "devolver" a los niños su ciudad con iniciativas como "camino seguro", con la que impulsó que niños de seis a once años fueran y volvieran solos a la escuela. Su impronta en la educación de la infancia es tan importante que en España existe una asociación pedagógica con su nombre.

-¿El sistema educativo potencia la autonomía de los pequeños?

-Opino que el sistema educativo, desde que ha efectuado la valiente y necesaria elección de ser uno de los principales instrumentos de nuestros países para garantizar la igualdad entre los ciudadanos, aún no se ha preguntado cómo debe ser la escuela para ser una oportunidad valiosa para todos los alumnos. Continúa preguntándose cómo deben ser los alumnos para ser adecuados para la escuela, y no lo contrario. De este modo la escuela sigue siendo un lugar de selección y de exclusión, en lugar de ser el lugar de promoción cultural y social que nuestras Constituciones y la Convención sobre los derechos del niño garantizan.

-¿Cómo ha cambiado la educación en los últimos 20 años?

-A mí me parece que en estos últimos años la escuela ha retrocedido mucho. Está olvidando las conquistas de los años 70 y 80 y está volviendo a los programas y a los libros de texto.

-¿Está a favor de los deberes?

-Siempre he sido contrario a los deberes en casa que, en mi opinión, son un error pedagógico y un abuso. Un error porque son totalmente incapaces de alcanzar los objetivos que la escuela les atribuye, como la recuperación de las carencias de los estudiantes más débiles (que normalmente no tienen familiares que puedan ayudarles). La recuperación tiene que realizarse en la escuela y tiene que estar garantizada por los profesores. Un abuso porque el tiempo de las tardes, de los fines de semana y de las vacaciones no pertenece a la escuela sino a los niños y en este tiempo tienen que desarrollar su principal deber y tarea, que es jugar. Por eso es importante que las familias no llenen las tardes con demasiadas actividades y que dejen libres a los niños y a las niñas para salir solos de casa a jugar con los amigos.

- ¿Cuál debe ser la labor del profesor ante conflictos en el aula como el bullying ?

-Creo que la escuela debe ser un lugar de educación democrática en la que los estudiantes tengan la posibilidad de participar en las decisiones y de discutir sobre lo que sucede, tal y como prevé el artículo 12 de la Convención. Si esto fuese así en todos los niveles escolares, desde infantil hasta la universidad, es probable que los conflictos o las diversas formas de violencia disminuyesen o en todo caso serían gestionadas por los propios alumnos y no solo por los adultos.

-¿Está de acuerdo con los resultados de informes PISA?

-Creo que los resultados de estos instrumentos de evaluación pueden ser interesantes para nuestros gobiernos para comprender las debilidades de sus sistemas educativos, pero son instrumentos muy limitados y poco útiles para evaluar las escuelas y las clases. Su defecto principal es que estudian pocas competencias, que coinciden con aquellas consideradas más importantes por la cultura dominante en nuestros países, pero no logran investigar el amplio espectro de los lenguajes a los que los alumnos deberían tener acceso, tal y como garantiza el artículo 13 de la Convención. No es casualidad que el país que ocupa el primer puesto en la clasificación, Finlandia, sea un país donde se va a la escuela con 7 años, no hay deberes ni exámenes, hay menos horas de clase?

-¿Qué importancia le da al juego durante la infancia?

-El juego es sin duda la experiencia con la que las niñas y los niños aprenden más y jugando crean los cimientos sobre los que podrá descansar todo el conocimiento y las competencias que la familia, la escuela y la sociedad propondrán después. El juego necesita autonomía y libertad, no tolera el control ni la presencia de los adultos. Las nuevas tecnologías son seguramente un gran recurso pero siempre hay que tener en cuenta las diferentes exigencias en las diferentes edades. Durante años las niñas y los niños necesitan encontrarse físicamente, explorar realmente su ambiente y vivir en la realidad sus relaciones, sus conflictos y sus amores.

-¿Cuál debe ser el papel de las familias de los niños?

-La educación debería encontrar a la familia y a la escuela aliadas en pos del bien de los niños y su felicidad. Si este objetivo estuviese claro se podrían evitar muchos conflictos. La actual situación de confrontación que muchas veces separa a la familia de la escuela es algo muy preocupante y ciertamente perjudica a los niños. La familia debe reconocer a la escuela su dignidad y su papel y la escuela debe merecerla y debe saber mantener una relación profunda con las familias.

-¿Por qué decidió hacer uso del dibujo para dar a conocer sus mensajes?

-Para mí el dibujo siempre ha sido el lenguaje más natural, mucho antes de ser investigador y de dedicarme a la educación. En 1968, cuando todos buscaban formas más directas y eficaces de comunicación, yo he recuperado el dibujo inventando aquellos personajes que después se han hecho bastante famosos en el mundo de la educación.

-¿Los espacios urbanos actuales son amigables para los niños?

-Absolutamente no. Son amigables y adecuados para los automóviles más que para los niños o, en general, para las personas. Pero aquí empieza otro capítulo, el del proyecto La ciudad de las niñas y de los niños, en el que trabajo desde hace 25 años y que podrá ser objeto de otra entrevista.