El portavoz de la asociación de familiares de las víctimas del Yak-42 ha dado por concluida su lucha, una vez que el Ministerio de Defensa reconociese oficialmente la responsabilidad de la Administración en lo ocurrido, que el accidente pudo y debió evitarse y que no habían tomado las medidas pertinentes ni realizado correctamente aquel vuelo fatídico. Una batalla cruenta y desigual para los familiares y ominosa para el Ejército y el Gobierno, que no dudaron en emplear la vileza y el menosprecio a los caídos. Recuérdese el escarnio y la canallada de la identificación de las víctimas. Ahora la batalla ha concluido con la victoria honorable y justa, pero muy tardía, tras innumerables sufrimientos y bajas y tras catorce años de lucha denodada. Han conseguido recuperar la honra pública de sus familiares caídos y la suya propia, maltratados y presionados por personajes como Trillo o su lacayo, Jiménez Ugarte; han demostrado que no mentían ellos, sino representantes del Ejército y del Gobierno; han dejado claro que el accidente no es hijo de la casualidad ni del castigo de los dioses, sino fruto bastardo de la negligencia y de la corrupción y por ello exigen reconocimiento y honra pública a las víctimas, de las que ahora pueden ya celebrar, con toda dignidad, el luto que las dignifica y que hace triste, pero también dulce y serena, su memoria. Por eso ha resultado tan digna la "orden" del portavoz a los suyos: ¡Rompan filas!

Ellos pueden romper filas, pero todos los demás no. Todos los demás, ¡A formar!: La cúpula militar, los oficiales, suboficiales y la tropa misma, el Gobierno, los partidos, las instituciones y la ciudadanía no podemos ni debemos romper filas, porque no se han substanciado plenamente las responsabilidades políticas, y a saber si quedan penales, pero sobre todo porque no está nada claro, y cada vez menos, que nuestras instituciones, y el Ejército entre ellas, estén libres del virus de la corrupción. La corrupción que estuvo en la base de la catástrofe del Yak-42 y de la que el portavoz de las víctimas alertó cuando aclaró que estos militares "no dieron la vida por España, sino que España se la quitó" y que la "corrupción mata". ¡Si lo sabrán ellos!