Juan Manuel Rojo es catedrático de Física del Estado Sólido por la Universidad Complutense de Madrid. Se formó en Cambridge, referente académico mundial de la Física y durante siete años fue secretario de Estado de Investigación. Sus trabajos se centran en los campos de la Física de la Materia Condensada, Física de Materiales y Física de Superficies.

-¿En qué proyectos está embarcado ahora?

-Seguimos trabajando en técnicas físico químicas de superficie para estudiar reacciones de interés que nos permitan entender mejor el origen de la vida.

-¿Es posible determinar el origen de la vida en el Universo a través de la Física?

-Son dos problemas distintos. Se entiende mejor el origen del Universo que el origen de la vida aunque con el conocimiento de nuevos planetas quizá en el futuro próximo podamos encontrar vida alternativa que no tuvo su origen en la Tierra. La realidad es que se hace necesario el estudio desde pequeñas moléculas a otras mayores, de las que todavía nos faltan muchos aspectos por concretar para alcanzar un conocimiento profundo de estas cuestiones.

-¿Puede ayudar en esa tarea la colaboración de diferentes disciplinas?

-Por supuesto. No es un problema sólo de Física, también lo es de Química y de Biología y, en algunas cosas, hasta de Ingeniería. Es un problema complejo de Ciencia. Las líneas de separación entre la Química, la Física y la Biología son bastante ficticias. Los problemas científicos complejos que requieren de un enfoque multidisciplinar.

-¿Cómo valora el estado actual del sistema de investigación español?

-Lo que más me preocupa son los jóvenes que no son capaces de incorporarse al sistema. Los más veteranos estamos acostumbrados a las subidas y bajadas pero los jóvenes se pierden irremediablemente pese a que nunca habíamos tenido una generación tan bien formada.

-La ausencia de fondos para I+D es cada vez mayor...

-Ahí funcionan mejor las estructuras científicas al margen de las habituales como son las universidades y el CSIC. Es el caso de nuevas instituciones como el Instituto iCrea de los catalanes, los centros de investigación cooperativa del País Vasco -BioGunes y NanoGune, entre otros- o lo que hacen en Madrid. Se trata en todos los casos de instituciones distintas, sobre todo en la gestión, que tratan de captar talento y se salen del modelo más burocrático que impide captar talentos en el extranjero. Soy un universitario convencido y espero que la Universidad se adapte a ello. Cuando uno convive con otras instituciones que compiten, al final la más antigua trata de parecerse a las nuevas.

-¿Está la Universidad española atravesando una de sus peores crisis?

-Las instituciones tradicionales, en general, han entrado en crisis, además de los recortes que han sufrido. En este sentido, la gobernanza de la Universidad requiere un cambio profundo, de abajo hacia arriba. Y si un departamento malo elige al peor para dirigir ese departamento, debe de haber un procedimiento para que la sociedad intervenga en caso de que algo no funcione bien. La idea es que la sociedad proteja sus universidades más excelentes. La Ciencia en España está ahora mucho mejor que nunca. Hay índices que lo dicen (publicaciones, presencia en foros...). El ascenso ha sido notable gracias a que se formaron jóvenes pero me preocupa ahora que no puedan continuar y mantenerse. El avance de la Ciencia está en las ideas nuevas y esas ideas están en manos de los jóvenes.

-¿El exceso de burocracia para obtener fondos limita la capacidad de retener a los jóvenes talentos?

-Cualquiera que haya solicitado ayudas europeas habrá podido comprobar que el procedimiento no es mucho más complejo que en España. El problema es que en nuestro país hemos vivido muchos ejemplos de corrupción en los últimos tiempos y es un error terrible intentar luchar contra la corrupción mediante burocracia. Para gestionar proyectos del plan nacional las trabas que uno halla son enormes y eso produce desánimo. Es como si tuvieras siempre encima a un gestor de cuentas que se sobreexcede en sus funciones.

-Usted que ocupó cargos de g estión, ¿no se sintió tentado por la política?

-Miro con mucho respeto a los políticos profesionales pero yo me veo mucho más en la otra faceta. Llegado el momento -siete años después- decidí volver a mi lugar de origen, que es la docencia y la investigación. Y tan contento. Creo que es algo muy sano porque si se pierde el contacto con el mundo real, vamos mal.

-¿Cual sería, a su modo de ver, el modelo óptimo de investigación?

-No se puede copiar de otros países cuando las instituciones en sí mismas no son una copia. Por ejemplo, no podemos pensar en copiar el sistema científico estadounidense cuando las sociedades no tienen nada que ver entre sí. Ellos no aceptan la protección social a la sanidad y esa es una concepción que impregna todos los niveles de la vida. Alemania o Francia son mejores ejemplos pero el mejor punto es la competencia entre varios modelos distintos. Para ello, la prioridad es cambiar la gobernanza universitaria.